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Las amenazas del presidente Donald Trump de caracterizar a cárteles mexicanos del crimen organizado como terroristas ha tenido detrás un expediente de inteligencia contra el Cártel Jalisco Nueva Generación y contra el Cártel de El Chapo. Estas organizaciones criminales trasnacionales mexicanas que operan de manera masiva dentro de los EE UU estarían llegando a ser grupos con propósitos políticos como la narcoguerrilla de las FARC colombianas.

La Operación Python de la DEA en marzo arrestó a más de 600 efectivos del CJNG, pero esa ofensiva antinarcóticos ya cruzó la frontera sur y está en México. Algunos expertos en análisis de seguridad señalan que en los EE UU tienen la impresión de que la estrategia mexicana de seguridad publica –que ya no busca desmantelar y descabezarlos principales cárteles— ha permitido la expansión del narco hacia territorio estadounidense.

Los expedientes sobre el CJNG y su líder Nemesio Oseguera Cervantes están acotados y se carece de información de inteligencia sobre su evolución y reforzamiento directivo. La versión de que El Mencho está enfermo, retirado o muerto no ha sido corroborada, tampoco se tienen datos de la reorganización de la élite dirigente del grupo, salvo algunos nombres más o menos conocidos. La versión no oficial es que hay nuevas cabezas dirigentes en el cártel y con mayor capacidad de análisis político.

A pesar de esa presunta debilidad del CJNG por la falta de atención de tiempo completo por parte de El Mencho, el cártel no ha detenido su fase de expansión violenta en toda la república y en los EE UU. Pero lo que más ha llamado la atención ha sido el uso de algunas técnicas de violencia que se salen del marco de referencia de una banda delictiva que lucha por control de plazas territoriales. No es lo mismo atentar contra un jefe policiaco local que se niega a colaborar en un espacio territorial menor, que intentar asesinar al secretario de Seguridad de la capital de la república gobernada por una de las preferidas políticas del presiente López Obrador o amenazar el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, sólo por “no estar jalando”, como si el poder de fuerza del CJNG necesitara de tan altos funcionarios en zonas donde los nervios del grupo en realidad operan sin freno y extendiéndose. Es decir, no necesitan de un pacto con esas altas autoridades. Por tanto, amenazas y agresiones tienen otro objetivo.

Las tácticas del atentado contra el jefe Omar García Harfuch o las amenazas contra el gobernador Alfaro y varios miembros del gabinete son propias de organizaciones políticas, no criminales. El cumplimiento de las amenazas contra esos dos altos funcionarios hubiera conducido a una operación gubernamental de exterminio contra el grupo criminal. Y si bien la capacidad de fuego del CJNG es superior a las policías locales, la Guardia Nacional con el apoyo de las fuerzas armadas podría casi aplastarlo como respuesta.

El atentado contra el jefe policiaco del gobierno de CDMX alertó más a las organizaciones estadunidenses de inteligencia y seguridad nacional, porque en los EE UU hay una recompensa de 10 millones de dólares por El Mencho. En la comunidad de inteligencia de Washington no les preocupa Harfuch porque no es un cuadro que hayan entrenado ni que participe en los enlaces bilaterales, sino que llamó su atención que el CJNG haya pasado a técnicas de guerra que también pudiera aplicar dentro del territorio estadounidense donde el cártel de El Mencho está siendo acotado por la policía.

La presión estadounidense sobre el gobierno mexicano por el CJNG y El Mencho va a seguir creciendo porque esa organización criminal pudiera llevar su guerra a las calles de los EE UU. En la lógica analítica estadounidense están procesando la información del CJNG con elementos de un reacomodo en la dirección operativa del grupo criminal a partir de sus operaciones: pasar de lucha contra cárteles menores locales a provocaciones contra el Estado amenazando a secretarios del gabinete presidencial y atentando contra el jefe de la policía de la capital de la república. La dimensión de esos operativos contra figuras del Estado en su primer nivel rebasa la capacidad de El Mencho y conduce a decisiones de disputas por el poder con el Estado que requerirían de reflexiones más de guerrilla anti Estado que de criminales.

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Política para dummies: La política en esencia es actividad de pensamiento estratégico y enfoques de inteligencia.

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@carlosramirezh

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Periodista desde 1972, Mtro. en Ciencias Políticas (BUAP), autor de la columna “Indicador Político” desde 1990. Director de la Revista Indicador Político. Ha sido profesor universitario y coordinador...