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En esta ocasión quiero compartir un cuento que me encanta pues en ocasiones es necesario saber la diferencia para identificar el concepto existencial del cielo y el infierno. Éstos no son lugares, sino estados de conciencia. Entre más despiertas puedes ver con mayor claridad el para qué de cada situación.

Una persona murió y al ser buena se ganó el cielo, pero le pidió a Dios que le permitiera ver cómo era el infierno para saber la diferencia por curiosidad. Por ello, con todo y su alma viajó a los diferentes destinos.

Dios decidió mostrarle primero el infierno. Era una gran mansión, cuya única habitación era un largo e infinito comedor. El comedor era muy amplio y al frente de cada comensal estaban servidos los mejores y más variados platillos y manjares existentes. Él sabiamente observó sus caras y notó que estaban enfermos, con quejidos y lamentos, además, tenían hambre ya que sus brazos eran manos de cuchara tan largos como remos, y por más que intentaran estirarlos todo se lo derramaban. Teniéndolo todo, no podían disfrutar de nada.

Él observó detenidamente y en silencio. Con unos deseos inmensos de salir de esa pavorosa y triste escena, con ansias de conocer el cielo.

Dios decidió mostrarle lo que había ganado por sus acciones en vida. Cuál sería el asombro de ver la misma mansión, y entrar en ella. La única habitación era un gran comedor con las mismas dimensiones y características del infierno. Estaba servida con los mismos platillos ostentosos, las mismas personas.

A simple vista era lo mismo, pero observó que los comensales, a pesar de tener cucharas tan largas como remos, se veían saludables, llenos de vigor y felices, era un encanto el ambiente y la energía que se sentía. Entonces él se preguntó a sí mismo: pero ¿cómo están tan felices si ellos por si mismos no pueden alimentarse?

Observó que cada comensal alimentaba al que estaba en frente y así nada se tiraban.

No tienes que morir para conocer ambos. El cielo y el infierno de cada persona está en su interior.

¿Prefieres estar saludable y feliz o prefieres tener la razón?

Elige dar amor

Con pequeñas acciones que engrandecen el alma, elige hacer de tu vida un cielo donde quepan tus vuelos en lugar de tus miedos.

Gracias por compartir.

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