El Partido Acción Nacional incurre en el ridículo político, que por eso aplica en ellos la frase que dice: “ustedes las hacen, pero no las consienten”.

¿A qué me refiero?

El viernes pasado durante la sesión del Congreso del Estado, el PAN demostró por horas que no había las condiciones de apoyar la Ley de Educación que propuso el gobierno estatal, el cual es emanado de Morena.

¿Pero qué hubiera pasado si el PAN tuviera una mayoría en el Congreso del Estado y tuviera el control del gobierno estatal para esta misma reforma?

Creo que la pregunta es tonta, pues los diputados del PAN hubieran avalado sin respingar esta reforma educativa que regula el desempeño de las escuelas públicas y privadas.

Al PAN no se le debe olvidar todos los atropellos que se cometieron en Puebla durante los 8 años que gobernaron con Rafael Moreno Valle Rosas y José Antonio Gali Fayad.

Entre esos atropellos está el retiro de diversas unidades del transporte público para crear el sistema RUTA en Puebla, que en lugar de liberar el tráfico, genera más caos en diversos puntos de la ciudad.

Con el tema anterior, como olvidar que los ciudadanos de San Andrés Azumiatla, tienen que caminar grandes distancias para abordar este sistema de transporte en Puebla.

En la lista de errores también está la concesión del agua potable por 30 años a una empresa, que prometió mejorar la infraestructura y disminuir las tarifas, pero que resultó lo contrario.

Cómo olvidar la represión que vivieron ciudadanos de Chalchihuapan por parte de la policía estatal a cargo del ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública, Facundo Rosas Rosas, donde murió un menor por un presunto impacto de bala de goma.

El historial negro del PAN no termina con los ejemplos anteriores que se avalaron con una mayoría de diputados panistas, a través de diversas reformas planteadas por el gobierno de esta fuerza política en el Congreso del Estado.

El poder del PAN fue tan ambicioso y meticuloso que acabó con varios enemigos políticos, entre ellos los ex dirigentes del albiazul, Juan Carlos Mondragón Quintana y Rafael Micalco Méndez, quienes salieron por la puerta de atrás del partido a raíz de sus diferencias con el ex mandatario Rafael Moreno Valle Rosas.

La ambición del PAN fue tan grande que también derrotó a varios opositores, que durante el gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, fueron catalogados como presos políticos.

Es por eso que insisto, los diputados del PAN, Oswaldo Jiménez López y Mónica Rodríguez Della Vecchia -quienes se siguen peleando la coordinación de la bancada-, además de una líder estatal como Genoveva Huerta Villegas, no pueden darse golpes de pecho con lo que pasa actualmente en la política poblana, cuando su partido fue cómplice de otros atropellos a la ciudadanía.

Atropellos que también derivaron en el espionaje en Puebla.

Insisto, quien las hace no las consiente.

Hasta aquí mi reporte.

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LA FRASE

“No tengo ninguna estima por el hombre que a los veinte años no ha sido nacionalista o comunista”.

Alphonse Daudet

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