Las circunstancias, espacios y características de los homicidios de mexicanas sugieren que la mayoría es asesinada mediante asfixia, con un 20 por ciento de hechos contra el 6.3 por ciento de hombres, y que en el 12 por ciento de estos casos la privación de la vida ocurrió en sus hogares.
Las estadísticas de homicidios entre 2014 y 2016 en México, indican que si bien hay más hombres víctimas de asesinato (88.5 por ciento), también es cierto que las circunstancias y las características de estos crímenes varían en función del género de las víctimas.
Así lo determinó la organización Equis Justicia para las Mujeres en su estudio “Violencia contra las mujeres e impunidad: ¿Más allá del punitivismo?”.
El análisis señaló que a partir de 2009, se observó que además de la violencia que suele ejercerse en contra de las mujeres en espacios privados —como en sus hogares por personas conocidas o familiares—, comenzaron a enfrentarse a otro tipo de violencia letal adicional, a partir de la Guerra contra las Drogas con los homicidios en el espacio público ahora con armas de fuego.
Equis Justicia indicó que durante la última década, también han aumentado los ingresos a prisión de mujeres por delitos contra la salud.
En este contexto, precisó que durante 2016, el 41 por ciento de mujeres arrestadas por la Marina y el Ejército acusaron ser víctimas de violación contra el 5 por ciento de hombres.
Más arrestos de mujeres sin justificar
Asimismo, se determinó que en apenas 1.3 por ciento de los arrestos de mujeres se tenía una orden de detención, mientras que en el caso de los hombres fue del 5 por ciento.
La organización feminista concluyó que la violencia contra las mujeres se manifiesta de múltiples formas y en distintos espacios y contextos, pero que se debe reconocer que ciertos contextos políticos y sociales —como la Guerra contra las Drogas— influyen directamente en el surgimiento o intensificación de algunos tipos de violencia contra este sector de la población.
Reiteró que la incorporación de perspectiva de género en estadísticas oficiales no consiste sólo en desagregar la información por sexo, sino que es necesario incluir categorías adicionales —no estereotipadas— de recolección de datos en los instrumentos que miden violencia, de modo que logren reflejar obstáculos, condiciones y problemas sociales que afectan de manera diferenciada y desproporcionada a hombres y mujeres y así frenarlos.
Cabe mencionar que la CNDH pidió a los gobiernos de los tres niveles del país a reconocer y frenar el incremento de la violencia contra las mujeres, en el marco del confinamiento social que se vive por la pandemia de Covid-19.
