Hasta el momento suman 50 personas las que han fallecido por haber injerido alcohol adulterado en siete municipios del estado, mientras que 11 se mantienen en hospitales en estado grave y únicamente uno ha sido dado de alta; ya se inició la investigación.
Así lo informo, en rueda de prensa, el secretario de Gobernación (Segob), David Méndez Márquez, quien indicó que los últimos ocho decesos se dieron en las últimas horas, pues hasta el miércoles se tenía registro de 42personas muertas.
Sostuvo que se ha dado seguimiento a los casos, así como a los operativos para decomisar la bebida que se estaba comercializando y que genero la intoxicación de estar personas, a lo que se ha sumado la Fiscalía General del Estado (FGE).
En tanto, el subdirector de Vigilancia Epidemiológica, José Fernando Huerta Romano, especificó que los casos se han distribuidos en las comunidades de Cacaloxúchitl y Tlapetlahuaya, en Huaquechula; Macuilacatla y Toxtla, en Chiconcuautla; Zacatepec, en Juan C. Bonilla; Tepetla y Tepeixco, en Zacatlán; Teotlalpan, en Chignahuapan; San Miguel Canoa y San Francisco Totimehuacán, en Puebla capital, así como Xochitlán Todos Santos.
Añadió que se da seguimiento a todos los reportes por parte del departamento de urgencias epidemiológicas, por lo que, aunque solo algunos de los intoxicados alcanzaron a acudir a hospitales, se cuenta con registros de cada uno de ellos.
Es responsabilidad penal: Barbosa
Sobre este tema, el gobernador Miguel Barbosa Huerta indicó que esté día podría haber aprehensiones de quienes fabricaron o distribuyeron el producto, al manifestar que este hecho acredita una responsabilidad de tipo penal.
El mandatario poblano sostuvo que ya se identificó quién distribuyó el refino adulterado en la Sierra Norte y quién probablemente fabricó el producto en al menos un lugar, aunque dejó en claro que esto tuvo que “tener la participación de muchas personas”.
Es necesario precisar que Huerta Romano dio a conocer en la rueda de prensa que son 51 los decesos por la ingesta de alcohol adulterado, de los que 33 se registraron en comunidades, es decir en sus casas, mientras que los otros 18 en algún nosocomio.
