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AMLO vs. la prensa

Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras, publicada en El Universal, indica que para ser el primer Gobierno “post-neoliberal” en México, la Administración de López Obrador actúa exactamente igual que los gobiernos más neoliberales de Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, en cuanto a su trato y reacción preferencial hacia la prensa extranjera, con la diferencia de que, mientras los salinistas operaban y cabildeaban con los corresponsales extranjeros, los lopezobradoristas salen a descalificar su trabajo y a acusarlos de “conspiración”.

Los reportajes recientes de los periódicos de otros países, como los de The New York Times, El País o The Wall Street Journal, que criticaron el manejo de la pandemia y denuncian ocultamiento o manipulación de cifras para minimizar el impacto del coronavirus entre los mexicanos, no solo calaron fuerte en el ánimo de la 4T, sino que merecieron reacciones inmediatas en mensajes de Twitter y hasta respuestas en video de funcionarios de la 4T, mientras que a esos mismos cuestionamientos hechos por mexicanos, ya sean en investigaciones periodísticas o por especialistas médicos o científicos, “ni los ven ni los oyen”, y cuando responden es para tacharlos de “conservadores”, “opositores” o de “intereses partidistas”.

No está mal que sean tan sensibles a lo que dicen influyentes diarios de otros países, pero sí que sobrerreaccionen cuando se les critica en la prensa extranjera, mientras minimizan y desprecian las críticas internas. En eso se parecen a los gobiernos neoliberales que tanto cuestiona y de los que el Presidente repite a diario que “no somos iguales”. También Salinas y Zedillo en sus gobiernos no dejaban pasar nada de la prensa externa sin responder, en tanto que, particularmente Zedillo, sentía pereza y hasta rechazo por la prensa nacional.

Pero si en la 4T deciden responder a los cuestionamientos que llegan desde el exterior, al menos deberían hacerlo con algo más que descalificaciones, declaraciones y acusaciones de “sospecha de conspiración” contra algunos de los diarios más leídos del mundo. Eso fue lo que hizo el viernes el subsecretario Hugo López-Gatell; lejos de responder puntualmente a los señalamientos graves de “ocultamiento de cifras” y de pretender minimizar el tamaño real de la pandemia y las muertes por coronavirus en el país, el funcionario se dedicó a dar declaraciones políticas, al mismo tiempo que aceptaba el subregistro de casos de “neumonía atípica” que “no alcanzaron a realizarles la prueba del Covid”.

Lo más delicado fue que López-Gatell, confirmando la ideologización y politización del responsable de la estrategia nacional contra el coronavirus, se atrevió a sugerir una “conspiración” desde la prensa extranjera por “la coincidencia de las notas con el día pico de contagios” en México. El video donde el Subsecretario cuestiona y descalifica las investigaciones de los corresponsales y enviados extranjeros, mereció una dura respuesta del periodista del NYT, autor del reportaje, quien se quejó de que solo haya mencionado su reportaje y no el de otros medios, y lo acusó de responder “con declaraciones, pero no con aclaraciones”. Más mesurado y conciso se vio el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, quien sin entrar en mayores honduras se limitó a decir en Twitter que “el Gobierno no oculta información sobre contagios o fallecimientos de coronavirus como suponen algunos medios”.

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Wornat: Felipe, el oscuro

Julio Hernández López en su columna Astillero, publicada en La Jornada de San Luis, señala que de pronto, Felipe Calderón Hinojosa ha aparecido en el escenario de la industria editorial. En principio, con un texto que pretende explicar las razones por las cuales durante su accidentado paso por Los Pinos (2006 a 2012) hubo de tomar lo que da título al texto que a partir del próximo lunes pondrá en circulación la plataforma digital en México de Pinguin Random House: “Decisiones difíciles”.

Según el adelanto que se ha dado a conocer, el libro digital (eBook) contiene la relatoría y las explicaciones de Calderón respecto a lo que hizo y dejó de hacer como ocupante de la silla presidencial, bajo la premisa central de lo complicado e incierto que resulta el ejercicio del poder político, a veces arrinconado o acicateado por circunstancias de entre las cuales se ha de elegir no la mejor opción sino la menos mala.

Por encima de la natural propensión de todo actor político a dar una versión benevolente de su propio paso por los escenarios importantes, este tipo de testimonios pueden hacer aportaciones interesantes para desentrañar determinados episodios históricos si los escritores se despojan de sus ambiciones temporales. En el caso de Calderón no es así: el libro ha sido programado para salir justamente en una coyuntura de plena voracidad política del autor, pues el mes en puerta deberá decidirse si el Instituto Nacional Electoral reconoce validez al proceso emprendido por el propio Calderón y su esposa, Margarita Zavala para hacerse de un partido personal, familiar: México Libre.

Es frecuente que los políticos en activo consigan que les publiquen textos propicios para sus ambiciones inmediatas, aunque no tengan gran lectoría ni interés general. En ese contexto de lucro político inmediato, “Decisiones difíciles” podría quedar como un texto más de oportunidad u oportunismo, una pieza más a mover en el tablero partidista y electoral. Por cierto, el título es similar al “Hard Choices” (choice es un sustantivo en inglés que puede significar elección, opción, preferencia o decisión, https://bit.ly/2SQ6BiD) escrito por Hillary Clinton y publicado en español con la misma traducción ahora calderonista: “Decisiones difíciles” (https://bit.ly/35MxzNq ).

Antes que Clinton, otro secretario de Estado, Cyrus Vance, quien lo fue durante la Administración de Jimmy Carter, utilizó el mismo título (y, desde luego, hay decenas de libros que hablan de esos procesos de definiciones difíciles, aunque no en el plano de personajes políticos relevantes en presuntas confidencias). Margarita Zavala, a su vez, usó en otro momento de necesidad electoral (su fallida candidatura presidencial independiente) un texto bajo su firma denominado “Mi historia”, que hacía recordar el de Hillary Clinton, “Historia viva”. Ernesto Núñez Albarrán, periodista y explicador político, tuiteó: “No es la primera vez que le copian a Hillary Clinton en la familia Calderón Zavala. Como que alguna obsesión traen con los Clinton. Pobrecitos”.

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Quizá la cura se halle cerca

Ricardo Raphael en su columna Política Zoom, publicada en El Universal, indica que la pandemia no se detendrá hasta que la ciencia médica encuentre una cura. La inmunidad de rebaño implicaría que, al menos seis de cada 10 personas de una misma comunidad, hayan desarrollado anticuerpos y eso tomará tiempo, sufrimiento y muerte.

Según la mayoría de los especialistas, la vacuna no estará lista antes de un año y medio, es decir, hacia finales del 2021; así que, mientras tanto, el coronavirus nos seguirá llevando ventaja.

La Organización Mundial de la Salud encabeza un esfuerzo médico y financiero de talla global para que científicos de todo el mundo reúnan sus conocimientos con el objetivo de dar con la vacuna.

Mientras tanto, esa misma organización ha sido insistente con que no existe todavía ningún medicamento autorizado para tratar o prevenir el coronavirus.

Sus autoridades afirman que no hay pruebas suficientes de laboratorio como para recomendar un remedio confiable para curar o prevenir la enfermedad.

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La columna Frentes Políticos, publicada en Excélsior, señala que 1. Pregunta. Quien sigue con una labor titánica contra la pandemia del COVID-19 en México es el director de Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), Zoé Robledo, pues acudió a Morelos a ampliar la capacidad del Hospital General Regional No.1 de Cuernavaca, ya que se habilitarán 27 camas en tres pisos para dar una mejor atención a los enfermos por coronavirus. Nos informan que ahí estuvo acompañado el director del IMSS por Juan Manuel Lira, jefe de la Unidad de Atención Médica; por la directora del Hospital General Regional No.1, Delia Gamboa, y por Francisco Monsebáiz, representante del IMSS en Morelos. Y el gran ausente es el señor gobernador de Morelos, José Manuel Sanz, ¡ups!, perdón, Cuauhtémoc Blanco. ¿Dónde andará? ¿Preparando otro hospital de utilería?

2. Buena acción. Los que sorprendieron a las madres ayer domingo fueron los elementos de la policía de la Ciudad de México, quienes se dedicaron a recorrer varias unidades habitacionales y calles para brindar serenatas a las mamás en su día. A las jefas de familia se les pudo ver muy contentas desde sus ventanas y balcones, pues, al terminar las melodías, brindaban prolongados aplausos a los elementos de la fuerza del orden. Gran acción y con sentido social fue la iniciativa encabezada por la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, que deleitó y animó a todas las mamás en su día, respetando el confinamiento y, por supuesto, la sana distancia.

3. No entienden. Y quienes cada sábado dan el mal ejemplo son algunos jóvenes del municipio mexiquense de Ecatepec, Estado de México, pues, otra vez, por tercera vez consecutiva, siguen haciendo fiestas ilegales en casas particulares. Ahora fue en la colonia Izcalli Santa Clara, donde llevaron a cabo la fiesta y hasta tenían una banda tocando en vivo, ah, pero no contentos con ello, se pusieron de mala copa y agredieron a los elementos que iban a pedir que se terminara la juerga. Uno2. hasta quiso hacerse el influyente y dijo tener contactos en el gobierno. Ojalá y esto sea lo último que se registre de desobediencias a las medidas de salud dictadas. Por el bien de todos.

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