Entre enero y marzo el 911 recibió 2 mil 276 llamadas por violencia en los hogares de Puebla, lo que representó un aumento del 25 por ciento respecto a las mil 810 en ese periodo en 2019; además fue el quinto estado con más reportes por agresiones contra mujeres.
De acuerdo con el reporte “Información sobre violencia contra las mujeres. Incidencia delictiva y llamadas de emergencia 911” del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (Sesnsp) actualizado al 31 de marzo de este año, y en dicho mes fue cuando comenzaron con las acciones de confinamiento y distanciamiento social a causa de la pandemia por Covid-19.
Según el documento, el estado de Puebla si bien no se posicionó entre los primeros lugares en llamadas por violencia familiar –pues ocupó el puesto 20— y concentró el 1.3 por ciento de las 170 mil 214 llamadas hechas en el país hasta marzo de 2020.
Mientras que en el tema de agresiones contra mujeres, Puebla pese a ser el quinto lugar nacional con 3 mil 365 llamadas al número de emergencia, en relación con el primer trimestre de 2019 hubo una baja del 2.3 por ciento, ya que en ese lapso la cifra fue de 3 mil 446.
La entidad poblana concentró el 5 por ciento de las 67 mil 81 llamadas por violencia de género y sólo estuvo por debajo del Estado de México (11 mil 558), Ciudad de México (10 mil 504), Chihuahua (10 mil 112) y Jalisco (3 mil 978).
Se determinó que en los primeros tres meses de este año, el 911 en Puebla registró 15 incidentes por abuso sexual contra mujeres, 56 por acoso u hostigamiento, 11 por violación y 453 por violencia de pareja.
Cabe mencionar que luego del aumento de casos de violencia familiar durante el confinamiento por la contingencia, la organización poblana 33 Mujeres estableció un protocolo de ayuda para a las afectadas, como crear grupos de WhatsApp y el uso de emojis para alertar sobre dicha situación.
De acuerdo con especialistas en México, las familias desintegradas y con historial de agresiones podrían sufrir un aumento en el número de episodios violentos por el encierro que viven las familias por la fase 2 y 3 del Covid-19, lo que hace a las mujeres, niños y ancianos más vulnerables a ser víctimas principalmente de los varones.
La situación de confinamiento sumado a que muchas personas han perdido sus empleos o han visto mermar sus ingresos durante la cuarentena, genera situaciones de estrés y depresión que son detonantes de eventos violentos en los núcleos familiares. Recuerda si sientes tristeza o irritabilidad o recaes en adicciones, el gobierno federal puso a disposición el número 800 911 2000 para solicitar ayuda para el cuidado de la salud mental.
Para la ONU, e hogar no es un lugar seguro para muchas mujeres. La violencia de género convierte en las casas donde la mitad de la humanidad está confinada por la pandemia de coronavirus en una trampa donde su vida, integridad física o psicológica puede correr riesgo.