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“El viejo mundo se muere. El nuevo mundo tarda en aparecer.
Y en ese claroscuro surgen los monstruos”.
Antonio Gramsci.

Hoy es imposible no hablar del COVID-19, este nuevo virus ha desatado toda una ola de histeria y psicosis social, hecha a la sazón de un talante clasista, xenófobo, aporofobico y en extremo individualista, alentada desde las noticas falsas y exageradas con tintes apocalípticos, la incitación a realizar compras de pánico, las directrices ¿erráticas? de los gobiernos de los distintos países en la atención temprana de esta pandemia, que han puesto al descubierto la fragilidad y colapso de los sistemas sanitarios en donde se priorizó el negocio privado sobre la salud pública y, ademas han puesto sobre la mesa las “soluciones” extremas, poniendo en riesgo las propias democracias liberales.

Sobre el origen del COVID-19, existen dos hipótesis principales, una dice que sucedió de manera natural, proveniente de algún animal y la otra, es que fue creado en algún laboratorio, en esta ultima China y los EE.UU. se acusan mutuamente. Independientemente de su origen, el virus crece, gana terreno y cobra vidas en todos los países en los que se ha expandido, lo cual ocurre al mismo tiempo que la crisis financiera y económica del sistema capitalista, la cual se agrava, un ejemplo de ello es que los seguidores de Friedman piden que los Estados los rescaten (sic). Ya en algunos países, los hospitales privados han sido nacionalizados en lo que dura la contingencia, ¡claro, justo cuando no producirán ganancias, pero sí gastos extras!.

Esos hijos de Milton Friedman y la escuela de Chicago, que hoy se encuentran en decadencia, son los mismos que redujeron y precarizaron salarios y derechos laborales, de los trabajadores que hoy mantienen a flote la civilización, hablando al nivel planetario y que en nuestro país sumió en la pobreza y pobreza extrema a casi el 70% de la población, expulsó del país a mas de 30 millones de mexicanos en busca de trabajo, exterminó al campo y privatizó casi toda la industria productiva estatal, lo que generó una nueva plutocracia que pudo colocar poco menos de diez mexicanos, dentro de los hombres mas ricos del mundo según el ranking de la revista Forbes, además para darle legalidad a su modelo económico de capitalismo neoliberal, en poco mas de 35 años, también reformaron el 70%, aproximadamente, de la Constitución Mexicana y demás leyes secundarias, lo cual no ha sido revertido.

Asimismo, mediante la proliferación de información falsa (fake news) y tendenciosa (por ejemplo, el audio de whats App que la semana pasada en Puebla que “alertaba” sobre la organización de posibles saqueos por parte de la 28 de octubre) se busca generar una situación de pánico y miedo social, para que la misma sociedad pida a gritos seguridad de todo tipo, lo cual justificaría la implementación de medidas que restrinjan las libertades y derechos fundamentales de los estados “democráticos”. Lo cual facilitaría que las negras alas del fascismo se postren abiertamente sobre el planeta entero, pues tales medidas podrían ayudar a salir de la crisis económica que amenaza con instaurar un nuevo orden mundial. Pues el país que impuso la globalización a sangre y fuego, los EEUU, esta perdiendo terreno en la lucha económica y militar ante la dupla de China y Rusia, quienes bregan por terminar el mundo unipolar, para abrir paso a uno multipolar, tal como en muchas ocasiones lo ha explicado el Dr. Alfredo Jalife.

Ahora bien, bajo el discurso populista y simplista de la extrema derecha sobre la economía, la ignorancia, el uso “firme” de la fuerza y del estado de derecho e incluso llegar culpar a los pobres por no poder quedarse en casa y dejar de trabajar, esconden los intereses mezquinos de la necesidad del capital de obtener grandes y rápidas super ganancias, a menor inversión. Por ello piden a gritos medidas extremas y propias de un Estado de Emergencia, como si estuviéramos en guerra, de hecho ya se esta popularizando el uso de expresiones como: “economía de guerra”, “estado de excepción”, “toque de queda”, y otros mas que tanto gustan a esos fascistas, para que se pueda justificar la intervención de las policías y ejércitos en esta contingencia sanitaria, a manera de prevención, aquí si, ante las posibles revueltas y revoluciones populares que pudieran surgir derivado de la crisis económica mundial.

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

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