Bejaranos desacatan decreto de Barbosa y harán tianguis en Texmelucan
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que pese al decreto del gobernador Luis Miguel Barbosa, en el que ordena evitar las concentraciones de más de cien personas en un mismo lugar, este lunes no se suspenderá el tianguis de San Martín Texmelucan por decisión de algunas organizaciones de comerciantes, como el Círculo de Organizaciones Populares (COE), que cuentan con la protección del secretario de Gobernación del estado, David Méndez Márquez, y algunos subordinados suyos como el subsecretario de Desarrollo Político, Nicéforo Rodríguez Gaytán, y José Luis Alegre Maldonado, director de Desarrollo Político.
Y no se suspenderá porque ese tianguis deja mucho, pero mucho dinero a sus organizadores y dirigentes: alrededor de mil pesos por puesto.
La semana pasada la presidenta municipal de Texmelucan, Norma Layón Aarum, convocó a una reunión a los dirigentes de las 20 organizaciones de comerciantes que participan en el tianguis y ahí les dijo que ante la contingencia de salud que vive el país por el Covid-19 y el punto 4 del decreto emitido por el gobernador Barbosa, el tianguis quedaría cancelado hasta nuevo aviso.
Antes de esta reunión, la alcaldesa negoció con cada dirigente suspender ese evento, el más grande de la entidad, que reúne a unos 15 mil comerciantes populares de diferentes partes del país, y a miles de consumidores y compradores de la región y estados circunvecinos.
De esos comerciantes, unos 2 mil 100 están afiliados a la COE, de Juan Garzón Contreras y su hija Elim Garzón Badillo.
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Pedro Plaza usa contingencia para promoverse en una candidatura
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que indica que como siempre ocurre, hay políticos que buscan sacar provecho personal de los momentos difíciles para la población. Tal es el caso del ex delegado de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), el ex panista Pedro Plaza Montaño, que en plena contingencia del Covid19 anda promoviendo su imagen pública con el propósito de ser candidato a un puesto de elección popular en el municipio de Atlixco.
Desde hace dos semanas, Pedro Plaza ha desplegado una campaña mediática contra el presidente municipal de Atlixco, el panista Guillermo Velázquez Gutiérrez, para exigirle que condone los pagos de agua potable, de licencias comerciales y el impuesto predial. Todo con la intención de ayudar a las familias a soportar los estragos económicos que está provocado el confinamiento social, con el que se busca frenar la expansión de la pandemia del Covid19.
La propuesta en si no es mala. Lo que no parece ser correcto, es que alguien en lugar de guardar mesura, serenidad, en un momento difícil como es la etapa crítica del crecimiento exponencial del coronavirus, cree que es el momento de posicionarse en la opinión pública de Atlixco, en la que tiene un índice insignificante de conocimiento.
Plaza Montaño fue delegado de la Profeco en la ciudad de Puebla, fue inhabilitado por 5 años del servicio público supuestamente por violaciones a las leyes y normatividad presupuestal –de acuerdo al Sistema de Registro de Servidores Públicos Sancionados de la Secretaría de la Función Pública–; fue un efímero funcionario del gobierno de Rafael Moreno Valle Rosas, en donde al parecer salió despedido; y luego de ello, renunció como militante del PAN cuando ya no tuvo especio de participación en ese partido.
Luego se le vio cercano a los morenistas Norma Layón Aarún, quien es edil de San Martín Texmelucan, y Alejandro Armenta Mier, en su carácter de senador de la República, así como de Enrique Cárdenas Sánchez, cuando éste fue candidato panista a la gubernatura.
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Lo peor está por venir
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que de dientes para afuera. Así, sin más, se aprecia esa propagandística solidaridad que realizan empresas de todo tipo.
Las letras chiquitas para ofrecer beneficios a sus cuentahabientes por parte de los bancos rayan en la infamia.
Todos, directa e indirectamente, hemos resultado afectados por la pandemia del coronavirus, que en el caso de Puebla muestra una expansión horizontal, de alto contagio.
Se sabe que buena parte de las empresas mandaron con la mitad de su salario a sus trabajadores. Sí, esas grandes empleadoras terminaron exhibidas. ¿Nombres? Volkswagen y Audi, firmas que han encontrado en la entidad el llamado maná industrial.
Beneficios fiscales, tierras a precio de ganga, subsidios a la producción y capacitación. Todo lo obtuvieron en la época de las vacas gordas del morenovallismo, pero ahora devuelven miseria a sus trabajadores.
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Versiones oficiales, reacciones distintas
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que a lo que un día fue el morenovallismo, no le gustó la versión oficial del accidente aéreo en donde murieron Martha Érika Alonso y Rafael Moreno Valle.
El informe dado a conocer por la Secretaría de Comunicaciones y Transportes federal, fue hecho pedazos por quienes en su momento fueron parte del grupo político del ex gobernador poblano también desde varios frentes relacionados con el panismo en general y por sus aliados políticos.
No consideran creíble que una supuesta y reiterada falta de mantenimiento de la aeronave, haya sido la causa por la que se precipitó en caída libre aquella tarde de nochebuena.
Sienten que la conclusión es una salida fácil por parte del gobierno de la República a un tema sumamente polémico y que se utiliza como efectivo distractor de la opinión pública, en un momento muy complicado para el país
Están en todo su derecho de indignarse y expresar este malestar públicamente.
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Serán los muertos de López Obrador
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, señala que el falso que todo tiempo pasado fue mejor, como señala Eduard Punset en su libro Viaje al Optimismo. Acaso, la única constante es el gobierno que le niega la verdad a sus ciudadanos. Así ha ocurrido en todas las épocas, y la crisis en México por la propagación epidémica del COVID-19 no es la excepción.
Hay que hacernos a la idea de que cuanto termine todo esto, porque algún día terminará, nunca sabremos a ciencia cierta cuántos mexicanos enfermaron y cuántos murieron de coronavirus. A lo más, tendremos estimaciones estadísticas.
El gobierno federal de López Obrador así lo ha decidido. Entre menos muertos, entre menos enfermos, menos costo político pagará la Cuarta Transformación y Morena el próximo año electoral y en 2024.
La mejor receta para no saber cuántos muertos y cuántos enfermos habrán de coronavirus es simple: que no se hagan las pruebas necesarias para diagnosticarlas.
Mientras en todo el mundo se acelera la aplicación de la receta de la OMS para contener la pandemia -tests, tests y más tests- el gobierno federal de AMLO pretende aplicar solamente 105 mil pruebas en todo México a lo largo de los meses que dure la crisis.