En la política hay una frase que consiste para qué “ponerse a las patadas con sansón”.

Quien no entiende esta frase, al menos en política, no debería dedicarse a esta profesión en el estado de Puebla.

Así le pasó a la alcaldesa de Puebla, Claudia Rivera Vivanco, quien se puso a las patadas con sansón; es decir, con el gobernador Miguel Barbosa Huerta.

La seguridad en el municipio de Puebla fue la manzana de la discordia entre ambos.

Pensó que se saldría con la suya.

Pensó que era fácil romper los acuerdos.

Pensó que era una profesional de la política.

Al final los resultados fueron inminentes y Claudia Rivera perdió el control de la seguridad en la ciudad, perdió su último aliento de credibilidad y demostró que no pudo y no podrá con esta responsabilidad a través de la Secretaría de Seguridad Ciudadana.

¿Por qué no podrá?

En Puebla capital, lo explica el decreto del gobierno estatal, hay presencia del Cartel Jalisco Nueva Generación.

Hay presencia de la Familia Michoacana.

Hay presencia de Los Zetas.

Ahora entienden por qué la edil no podrá con la seguridad y una vez que lo comprendió, al menos en este momento, prefirió no seguir con las patadas con sansón.

Prefirió bajar la guardia y aceptar que la policía municipal trabaje de la mano con el propio gobierno del estado.

Ya veremos si a corto plazo, Claudia Rivera Vivanco quiere abrir otro frente y seguir con sus patadas con sansón.

Hasta aquí mi reporte.

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LA FRASE
“No hay más soberano legítimo que la nación; no puede haber más legislador legítimo que el pueblo”.

Denis Diderot

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