La elección de consejeros y dirigentes de Morena sigue siendo un laberinto sin salida
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que la versión del diputado federal Alejandro Carvajal Hidalgo en el sentido de que el secretario general Édgar Garmendia de los Santos será quien se quede al frente del Comité Ejecutivo Estatal de Morena, en sustitución del delegado con funciones de presidente Mario Bracamonte González, tómelo como eso, como una versión no confirmada.
En los hechos el Comité Ejecutivo Nacional de Morena, que preside de manera provisional Alfonso Ramírez Cuéllar, no ha revocado los nombramientos de delegados nacionales con funciones de presidente en los comités estatales y tampoco ha designado sustitutos.
Quizás apruebe relevarlos, pero hasta ahora no la ha hecho, por lo que dichos nombramientos dados en la gestión de Yeidckol Polevnsky siguen vigentes.
Lo que el Consejo Nacional de Morena —que ayer domingo sesionó— sí aprobó es emitir una convocatoria para elegir nuevos consejeros estatales y nacionales y la celebración de un Congreso Nacional.
La convocatoria para la renovación de los consejeros se publicará el domingo 29 de marzo, con el propósito de que asambleas distritales se realicen a finales de junio y principios de julio.
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El Covid–19 manda a cuarentena al proceso electoral del PRI
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que parece que el coronavirus va a contagiar y mandar a cuarentena al proceso electoral del PRI poblano, que pretendía emitir la convocatoria para elegir al próximo líder estatal el siguiente fin de semana y designar al nuevo dirigente a mediados de abril, fecha para la cual se estima que México podría estar entre las fases 2 y 3 de la pandemia del Covid–19, en la cual ya no se pueden hacer reuniones masivas.
Y es que se sabe que el proyecto de convocatoria propone elegir al nuevo presidente mediante una asamblea estatal de delgados y para la fecha que se pretende efectuar, es cuando habrá el pico más elevado de casos de coronavirus y estarán prohibidas las reuniones de más de 10 o 20 personas.
Originalmente se tenía previsto que habría una renovación del Consejo Político Estatal del PRI, pero por la poca efervescencia que ha despertado el proceso electoral del partido, se decidió que únicamente se hará una ampliación de los integrantes de ese órgano de gobierno, sumando a legisladores y líderes de organizaciones que no están en los listados de miembros de dicho cuerpo colegiado.
Más allá del seguro cambio de fechas –si es que el PRI no decide desafiar a la pandemia–, en las últimas dos semanas se vinieron perfilando dos nombres para contender por la presidencia del partido: el de Jaime Alcántara Silva, un priista con una extensa experiencia en cargos políticos y en el servicio púbico, y Néstor Camarillo Medina, quien carece de una destaca carrera como activista priista.
Jaime Alcántara, un hombre de confianza de Beatriz Paredes Rangel, una de las líderes históricas del PRI y ex gobernadora de Tlaxcala, es visto por muchos grupos en el partido como un actor que genera cohesión entre las diferentes facciones priistas, que tiene un largo camino en enfrentar procesos electorales complejos –varios de ellos en los que el tricolor ya ha sido oposición– y como un posible líder sereno, maduro y con autoridad moral para enfrentar y cuestionar a los gobiernos de la 4T.
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El amarre de Cárdenas en 2021
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que ante la inviabilidad de obtener el respaldo panista a la alcaldía de Puebla, el ex rector de la UDLAP, Enrique Cárdenas, ya amarró la candidatura para la capital en el 2021, a través de las siglas de Movimiento Ciudadano.
Su círculo más cercano obtendrá posiciones a diputados federales y locales. Llevará mano en todo, pues.
Cárdenas será la avanzada de Enrique Alfaro para el 2024, de quien además pretende ser su fórmula a la gubernatura.
Aunque las encuestas desfavorecen a Alfaro en su proyecto presidencial, lo cierto es que está convencido que los votos que obtuvo Cárdenas en la ciudad de Puebla, en su lucha por la gubernatura contra Luis Miguel Barbosa fueron de él, por su condición de independiente.
Y ahí cree haber hallado la oportunidad para construir con perfiles ajenos al PRI y asociados al panismo para quitarles votos.
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Liderazgos y contingencias
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que cuando los gobernados tienen miedo, buscan en sus líderes el temple y la confianza para enfrentar aquella amenaza que les roba la tranquilidad.
De qué tanto sean capaces de tenerla y transmitirla, dependerá no solo el ambiente social que reinará durante los tiempos difíciles, sino el que la mayoría tome las medidas pertinentes para superar la crisis.
Además, necesariamente tienen que ser los primeros en seguir las indicaciones de los especialistas; predicar con el ejemplo para que su popularidad y arrastre sirvan como modelo para los demás.
De no hacerlo así, estarían dándose un tiro en el pie: auto-saboteándose.
Nada peor que la debilidad, la tibieza, la duda, la incongruencia o la inconsistencia al momento de tomar decisiones en este tipo de coyunturas.
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¿Los mexicanos nos merecemos la extinción?
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, señala que ¿Los mexicanos nos merecemos la extinción a causa del coronavirus? Muy probablemente, tras lo visto este último fin de semana, pues entre gobierno y sociedad, sin distingos, he visto a mucha gente inteligente hacer cosas muy estúpidas.
Como no somos extraterrestres y compartimos de forma total el código genético con el resto del mundo, la progresión geométrica del COVID-19 es semejante a la de los países que no se tomaron en serio la propagación de la enfermedad y hoy sufren estragos: España e Italia.
Según el recuento de Salud federal, en un solo día la cantidad de contagios creció más del 50 %: pasó de 53 a 82 casos. Si tomamos en cuenta el fin de semana largo, se triplicaron.
Igual que la curva de contagio, como en todos los países es similar la curva de gravedad: 17 % de ellos son casos graves y 2 % ameritaron cuidados intensivos.
Si esta curva de contagio se sostiene, nos espera en México una tragedia peor que la de España e Italia, que ahora impusieron medidas a sus ciudadanos como si estuvieran en guerra.