A medias y por insistencia, concesionarios reparan unidades: choferes
A medias y por insistencia, concesionarios reparan unidades: choferes. Foto: Ángulo 7
A medias y por insistencia, concesionarios reparan unidades: choferes
A medias y por insistencia, concesionarios reparan unidades: choferes. Foto: Ángulo 7

Los concesionarios de la capital realizan de una a dos revisiones mecánicas por año a sus unidades, haciendo solo las reparaciones “urgentes”, enmendando piezas en lugar de reemplazarlas; en ocasiones, los choferes deben absorber los gastos menores.

Así lo indicaron conductores de las rutas Bulevar-CU y 10, quienes indicaron a este medio que los “patrones” ocasionalmente dan mantenimiento al motor de las unidades, y que, cuando ocurre, es por la insistencia de los choferes, pues de lo contrario se quedarían parados o sin unidad.

Tal es el caso de Ángel, quien eligió dicho nombre como anonimato, pues comentó que, por ahorrar, el concesionario de su unidad ha enmendado superficialmente las piezas dañadas en lugar de cambiarlas, situación por la que, comentó, una vez se “quedó parado” en una calle inclinada de la colonia La Paz.

“Hay veces en que nos echan la culpa porque piensan que nosotros andamos forzando el carro pero pues no. Aun así la culpa siempre se la echan a uno”, expresó resignado.

Mencionó que es habitual que los concesionarios los responsabilicen de las fallas mecánicas y que, incluso, ha tenido que poner de su bolsillo anticongelante, aceite y demás líquidos, cuando a ellos solo les corresponde pagar la gasolina.

En el recorrido realizado, bastó con observar las llantas para reconocer el mal estado en el que se encontraban, así como prestar atención a las emisiones de humo y al ruido de la palanca de velocidades de uno de los camiones de Bulevar-CU, pese a que los asientos y cristales estaban en óptimas condiciones.

Esto, en el marco del pase de revista de la Secretaría de Movilidad y Transporte (SMT) estatal, a causa del inicio de los operativos para corroborar la modernización de las unidades y que su hojalatería y mecánica estén en buenas condiciones; sin embargo, se pudo apreciar que las inspecciones son superficiales, pues al revisar la palanca y el velocímetro las autoridades únicamente se basaron en la declaración del conductor, sin verificar con equipo especializado que las partes funcionen.

Cámaras, insuficientes para reducir asaltos

Por otra parte, un chofer de la ruta 10 se mostró dudoso sobre si la instalación de cámaras ayudaría a disminuir los asaltos, pues consideró que sería mejor que la Secretaría de Seguridad Ciudadana municipal y la Policia Estatal desplegaran más patrullas.

Puso como ejemplo que en el Estado de México, en las rutas que circulan hacia Chalco y Ecatepec, las autoridades no han podido disminuir estos delitos pese a que hay cámaras dentro de las unidades, pues en redes sociales constantemente hay videos donde los asaltantes usan gorras para cubrirse.

Para resaltar, precisó que tan solo en enero le tocaron dos atracos durante el mismo día, por lo que, mencionó, no basta con fijarse en la ropa para identificar a un posible asaltante, ya que destacó que incluso se “disfrazan” para robar; en cambio, consideró que los botones de pánico serían útiles.

En cambio, José fue más escéptico y aseguró que el C5 “no se dará abasto” con las alertas de los botones; esto, ya que tan solo en la zona metropolitana existen alrededor de cinco mil 900 camiones y combis.

A medias y por insistencia, concesionarios reparan unidades: choferes

No todas las unidades se han modernizado

De los cinco camiones observados, se pudo comprobar que solo uno ha cumplido con los requerimientos de la SMT, mientras que de los restantes los choferes no se mostraron preocupados por los operativos, asegurando que los equipos se instalarán en las próximas semanas, mientras que otros se lavaron las manos señalando que era “problema” del concesionario si no cumplía.

A pesar de las constantes advertencias del gobernador, Miguel Barbosa Huerta, de que no habría prórroga, esta mañana el titular de la dependencia, Guillermo Aréchiga Santamaría, indicó que la revisión duraría seis meses, lo que equivale a una extensión.