Estas son las acciones de la Federación ante la escasez de agua en NL
Estas son las acciones de la Federación ante la escasez de agua en NL. Foto: EsImagen
Crean subcomisiones para remunicipalización de agua en Puebla capital
10 empresas de Puebla, con la mayor cantidad de agua concesionada en México. Foto: EsImagen

En Puebla se encuentran diez de las empresas que mayor cantidad de agua tiene concesionada en el país –de las 10 mil 964 otorgadas por el gobierno estatal—, entre ellas Generadora Fenix Sapi, que se ubicó en el tercer lugar nacional con más volumen del vital líquido utilizado.

Así lo reveló la investigación “Explotadores del agua” elaborada por Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI).

En el análisis se determinó que por el número de permisos para el uso del agua otorgadas por los gobiernos locales a distintos sectores económicos, Puebla se ubicó en el puesto 19.

Del total de concesiones –10 mil 964— registradas en el territorio poblano, 5 mil 434 fueron entregadas para el sector agrícola, 3 mil 910 corresponden al público urbano, 473 para diferentes usos, 344 para el pecuario, 156 para el uso doméstico, 303 para servicios y 344 para el industrial.

De acuerdo con MCCI, 670 pirámides del Sol se podrían llenar con el agua que está concesionada en Puebla y añadió que el volumen de una sola de estas estructuras es de un millón 400 mil metros cuadrados.

De las empresas que mayor cantidad de agua tienen concesionada en el país, diez están en Puebla: Generadora Fenix Sapi, Proyectos Hidroeléctricos de Puebla, Compañía de Energía Mexicana, Deselec 1S, Abraham Haddad Ferez e Hylsa.

Además de Volkswagen de México, Inmobiliaria Romero Bringas, Materias Primas Minerales de Ahuazotepec y MG Impulsora Industrial.

Entre las entidades con más títulos entregados a empresas para el uso del agua figuraron Jalisco, Yucatán, Chihuahua, Zacatecas y Veracruz.

MCCI indicó que sistema de concesiones de agua se creó en 1992, como parte de la Ley de Aguas Nacionales, y desde su origen comenzó con deficiencias, entre las fallas que pronto fueron evidentes, por ejemplo, estuvo la entrega de títulos sin verificar cuánta agua realmente se extraía y para qué fines.

Concluyó que la legislación y las normas vigentes sobre el uso del agua potable por parte de empresas de México permite que este recurso se compre, venda y explote “como si se tratara de un bien privado abundante, mientras que el Estado no pone ninguna traba” para otorgar concesiones al respecto.