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Retrocesos legislativos en comparecencias y rendición de cuentas

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que las comparecencias de los secretarios del gabinete del gobernador Luis Miguel Barbosa ante el pleno el Congreso del Estado han puesto de manifiesto dos cosas: que la supuesta independencia del Poder Legislativo no existe, y que los diputados de la Cuarta Transformación están peor que sus antecesores del PRI y el PAN, y que como en los viejos tiempos del priato y morenovallato el Legislativo local sigue total y absolutamente subordinado al titular del Poder Ejecutivo.

Antes por lo menos los legisladores de oposición podían cuestionar en tribuna a los secretarios del gobernador, sin que el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política o el coordinador de su grupo parlamentario se los impidiera, pero ahora ni eso.

En los tiempos de la 4T eso se acabó. Ahora por disposición de los coordinadores parlamentarios que integran el órgano de gobierno del Congreso, sólo se permite una intervención de cinco minutos por fracción con derecho a réplica por otros tres minutos pero del mismo diputado.

Y todo con el afán de no molestar o incomodar a los secretarios del gabinete que tan diligentemente aceptan acudir al pleno de la LX Legislatura local.

Aquí el absurdo y antidemocrático acuerdo impulsado por el diputado Gabriel Biestro, con la complicidad de la mayoría de los coordinadores parlamentarios:

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El inesperado retorno de las Fotomultas

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que ayer se informó que desde el segundo trimestre de este año, en Puebla se contará con más de 150 cámaras para aplicar fotomultas.

Sí, así como usted lo lee.

Esto significa 10 veces más que los radares que colocó Autotraffic en el gobierno de Rafael Moreno Valle.

Muy útil sería que hoy los morenistas recordarán las críticas que muchos de ellos hicieron al programa de Rafael, señalando que el esquema pasó de ser una medida para reducir la velocidad y salvar vidas a un programa meramente recaudatorio.

En este juego de la percepción y bajo el lema de que en política lo que parece, es, será muy difícil lograr que los poblanos noten la diferencia entre las fotomultas de Rafael y el programa de tres años que está por arrancar. Sólo habría, desde mi perspectiva, dos vías para demostrar que realmente hay una nueva forma de gobernar.

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El magistrado Cruz Bermúdez sufre de ansiedad por el miedo a una orden de aprehensión en su contra

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que un magistrado que anda en extremo nervioso y constantemente pide información para saber si no hay una orden de aprehensión en su contra es Jorge Benito Cruz Bermúdez, de quien se dice que teme ser el primer ejemplo de combate a la corrupción que hubo en el pasado morenovallista.

No hace mucho, cuenta una fuente bien informada, utilizando su posición de privilegio en el Tribunal Superior de Justicia urgió a un integrante de ese poder público a que hurgara en diferentes juzgados para saber si ya había una orden de aprehensión en su contra derivado de las anomalías que se cometieron en el Comité Administrador Poblano para la Construcción de Espacios Educativos (Capcee) en donde fue titular.

La primera respuesta del receptor de la solicitud, palabras más, palabras menos, fue: “No mames Jorge tienes fuero constitucional, no puedes ser aprehendido”.

A lo cual el demandante de la información habría contestado: “no importa, me urge saber”, consiente de que podría iniciar en su contra un proceso de desafuero para poderlo presentar ante un posible juicio por los delitos de malversación de fondos públicos.

En noviembre del año pasado, el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta dio a conocer la desaparición del Capcee, luego de expresar que ahí se cometieron “una bola de irregularidades”, como fue la construcción del tren turístico entre Puebla y Cholula, con un costo superior a los mil 200 millones de pesos, la cual es una obra ajena al sector educativo.

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Pax universitaria

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que desde la destitución y encarcelación del rector Samuel Malpica para arrebatarle el control de la BUAP a la izquierda, durante el sexenio de Mariano Piña Olaya, no se había registrado otro enfrentamiento público entre autoridades universitarias y de gobierno.

Con José Doger Corte transitó el piñaolayismo hasta el bartlismo. Enrique Doger pactó con el melquiadismo, el cual no lo quería en la institución. Enrique Agüera también acordó con el morenovallismo una pax universitaria que se extendió a la gestión de Alfonso Esparza.

Todos usaron el factor de la estabilidad universitaria, como parte de la gobernabilidad del estado.

Fue la política la que permitió una relativa tranquilidad en la máxima casa de estudios. Los rectores no formaron parte de las estructuras del poder en turno, pero siempre gozaron de espacios de negociación y tuvieron interlocutores.

Ahora, el barbosismo (cada vez más monolítico en sus decisiones) abrió hostilidades con la rectoría de la BUAP, quizá recordando la suma a la campaña del 2018: AMLO sí, Barbosa, no que proliferó dentro y fuera de las aulas.

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Amor con amor se paga

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, señala que en marzo de 2019, cuando la batalla jurídica en el TEPJF por la candidatura de Morena a la gubernatura de Puebla se le salió de control a Yeidckol Polevsky pues Alejandro Armenta no cedía en darle paso al candidato natural que era Luis Miguel Barbosa, Ricardo Monreal tuvo una intervención providencial que evitó la ruptura con efectos imprevisibles.

El presidente del Senado apaciguó a Armenta, lo sentó con Barbosa para firmar un acuerdo del que fungió como testigo de honor y operador. El contenido del acuerdo nunca trascendió, pero es evidente que Monreal maniobró en beneficio de sí mismo antes que de su pupilo.

Como amor con amor se paga, Luis Miguel Barbosa bautizó la aspiración presidencial de Ricardo Monreal, que arrancó su camino rumbo al 2024 en Puebla rodeado prácticamente de todas las figuras locales de la 4T: además del gobernador, su pupilo Armenta, Gabriel Biestro, Claudia Rivera Vivanco.

Aunque faltan cuatro años para la sucesión presidencial de López Obrador, el senador trabaja con desvelo para superar desde hoy a Claudia Sheinbaum —la favorita de Palacio Nacional— que ya en 2018 le quitó la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la CDMX. No le va a volver a ocurrir.

El pretexto de esa precampaña no es nada creativo: la presentación de un libro. Sin embargo, fue suficiente para placearse con el beneplácito del gobernador, que le permitió usar Puebla como plataforma de lanzamiento, pues es el primer evento de esa carrera madrugadora.

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Miguel Barbosa: ¿Amado o Temido?

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que Miguel Barbosa Huerta es duro con la clase política.

Más que duro.

Implacable, podríamos decir.

Pero ante los ciudadanos —en sus mítines populares y en los Martes Ciudadanos— se transforma.

Es afable y generoso.

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