En 2019, Puebla fue el sexto peor estado en desarrollo democrático, misma posición que obtuvo el año anterior; el rubro en el que salió más bajo fue en democracia de las instituciones al quedar en el primer peldaño.
Esto, de acuerdo con el estudio Índice de Desarrollo Democrático de México 2019 (Iddmex), elaborado por la Fundación Konrad Adenauer, el Instituto Nacional Electoral (INE), la Confederación de las Uniones Sociales de Empresarios de México (Usem), el Centro de Estudios Políticos y Sociales (Cepos) y la Consultoría Poliat.
Jorge Arias, director de Poliat y presentador del Iddmex, explicó que la entidad tuvo la posición 27 (sexto peor) en la medición, al obtener 3 mil 7 puntos en una escala de cero a 10 mil, englobando los rubros de democracias de los ciudadanos, de las instituciones, social y económica,
Manifestó que factores como la educación, inseguridad, pobreza y la desigualdad impactaron en esta posición, siendo esta la segunda ocasión de manera consecutiva en que la entidad se coloca en el peldaño 27 a nivel nacional.
Señaló que el estado vivía en una clara situación de “autoritarismo local” que terminó con la muerte de Rafael Moreno Valle, el 24 de diciembre de 2018, ya que si bien el acceso al poder era democrático, el ejercicio del mismo no, luego de que la elección de aquel año fue “muy cuestionada”.
Agregó que en el análisis hecho se resaltó que ni el gobierno de Moreno Valle ni el de su sucesor, Antonio Gali Fayad, tuvieron contrapesos en el Congreso local, ni del poder Judicial, situación similar con los organismos constitucionales autónomos.
Mientras que las organizaciones civiles, tanto populares como empresariales o de clase media, no implementaron un papel político en la limitación del poder del gobierno estatal y aunque de vez en cuando hubo voces críticas, estas no moderaron la política estatal, además de que se trató de controlar a la prensa lográndolo parcialmente, pues fueron pocos los medios que mantuvieron su postura crítica.
Democracia de instituciones, la peor evaluada
Todo ello, afirmó, generó que el peor rubro sea el de democracia de las instituciones, pues tuvo mil 221 puntos colocándose en el último lugar, por lo que bajó a comparación de 2018 que estaba en el 26, después le sigue la democracia social, con -973, con lo que se ubicó en el 29, aunque un año antes fue el 30, es decir que en este mejoró.
En democracia económica, logró Puebla 589 puntos, por lo que avanzó al peldaño 12, pues en 2018 se ubicó en el 14, mientras que en la democracia de los ciudadanos fue la que más subió, al situarse en el lugar 16 con 5 mil 386 puntos, pero un año antes estuvo en el 27.
Jorge Arias comentó que a esto se suma que en 2019 la seguridad pública sufrió un deterioro notable y al mismo tiempo aumentó la percepción sobre la inseguridad, que a la postre afecta el compromiso ciudadano.
Manifestó que los peores factores calificados fueron la percepción de la corrupción, participación de los partidos políticos en el poder Legislativo, indicador de desestabilización, intervención del gobierno federal en los poderes del estado, crisis de gobierno y fortaleza de las instituciones, por lo que urge iniciar políticas públicas que disminuir el déficit
Resaltó que las bondades con las que cuenta el estado es la generación de empleos y que la gente cuenta con mayor grado de estudios; la inversión y la competitividad; la buena capacidad para generar políticas que aseguran la eficiencia política a través de la inversión y competitividad estado-sociedad.
Enfatizó que el reto para mejorar los indicadores de democracia en Puebla son el compromiso ciudadano, la democracia y fortaleza de las instituciones, así como optimizar la recaudación fiscal para tener una mayor autonomía, profundizar la lucha contra la pobreza y la inequidad, lograr una mayor inclusión de población de lengua indígena, transparentar las acciones de gobierno y combatir la corrupción, fortalecer los derechos políticos y libertades civiles y asegurar la equidad en la participación de la mujer en las posiciones de poder en los organismos de la democracia.
“No tenemos instituciones fuertes porque no hay participación, o al revés, entonces si logramos ciudadanos comprometidos e instituciones fuertes existirá exigencia en todos los niveles y habrá mejor economía, bienestar y mejores niveles democráticos”, concluyó.
