De acuerdo con datos de 2018, en Puebla había 30.7 por ciento de población que dedicaron más de su tiempo a laborar –con un promedio de 48 horas a la semana— y poco a divertirse o descansar, además, en 2014 sólo 7 por ciento estaba satisfecho con su tiempo libre.
La entidad fue la sexta con más trabajadores ocupados por 48 o más horas a la semana, mientras que en el país el promedio de empleados en esas condiciones laborales fue del 28 por ciento durante 2018.
Así lo reveló el reporte “Género: inclusión y bienestar”, elaborado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (Cesop) y que se basó en datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
El estudio indicó que en ese año, Guanajuato fue la entidad con población mayormente ocupada en jornadas de 48 horas a la semana con 44.3 por ciento, seguido de Tlaxcala (34.5), Aguascalientes (33.8), Estado de México (33.3), Tabasco (32.1), Ciudad de México y Puebla (30.7 cada una).
Jalisco, con jornadas más relajadas
Por el contrario, Jalisco fue de los estados con el menor porcentaje de población ocupada trabajando 48 horas, con un 16.9 por ciento, por lo que la tendencia fue menor trabajo y más tiempo al descanso.
Respecto a la satisfacción sobre el tiempo que se dedica al ocio o al descanso fuera de las actividades habituales o laborales, el promedio fue de 7.8 por ciento en el país, siendo Chihuahua el estado de mayor porcentaje con 8.3, seguido de Tamaulipas (8.1) Nuevo León (8) y Ciudad de México (8).
Mientras que Tlaxcala, Aguascalientes y Puebla fueron las entidades con menor porcentaje (7.3) de satisfacción de su población con tiempo destinado al tiempo libre.
Y es que muchas empresas aplican el modelo de empleo de más de 48 horas laborales a la semana, lo que se traduce en ocho horas de trabajo durante seis días, dejando únicamente un solo día de descanso.
Mientras que otras firmas prefieren jornadas de 40 y 45 horas, lo que equivale que diariamente se laboren entre ocho y siete horas durante cinco días a la semana.
Sin embargo, dichos horarios no contemplan las horas libres para comer, por lo que en realidad una persona llega a pasar más de ocho horas en su centro de trabajo, sin contar los tiempos de traslados, por lo que en el mejor de los casos, un trabajador tiene hasta otras siete horas libres.
