En el predio de Santa Lucía donde la Sedena construye el nuevo aeropuerto internacional General Felipe Ángeles, se localizaron una escultura de una deidad teotihuacana, vestigios cerámicos, artefactos líticos, así como restos de ocho mamuts y mastodontes.
Estos objetos ya son preservados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), los materiales arqueológicos localizados remiten de varios periodos de ocupación humana.
El doctor Salvador Pulido Méndez, director de Salvamento Arqueológico del INAH, reveló al diario nacional El Economista, que “La primera evidencia de ocupación que tenemos clara está relacionada con Teotihuacan, hacia el año 400 después de Cristo y una ocupación más tardía la podemos fechar entre 1300 y 1521 en el Postclásico, relacionada con los mexicas”.
Los restos arqueológicos y paleontológicos localizados en el predio se ubican en cuatro diferentes puntos del polígono de Santa Lucía, ubicado en el municipio de Zumpango, Estado de México, donde originalmente se extendía el lago Xaltocan.
“Hasta el momento, no hay ningún vestigio arqueológico de tal magnitud que nos lleve a frenar o a solicitar el rediseño de la obra. La terminal estará donde originalmente fue planteada, hay algunos vestigios arqueológicos allí, pero son sencillos, son vestigios que se excavan, se registran, se recuperan, se les da un tratamiento de conservación y pasan a los acervos del instituto”, detalló el funcionario.
Fuente: El Economista