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Que tal, amigos esta nueva etapa de mi actividad periodística nace con la confianza de lograr algo más en la vida.

En primer término quiero dedicar esta primera columna de Willy apunt@ a todos aquellos colaboradores que, en diferentes escenarios, me han acompañado esperando, sinceramente, que esta no sea la excepción; así, agradezco y reconozco el trabajo de: Alfonso Rivera Gómez, experto en temas financieros, Anselmo Salvador Chávez Capó, Maestro investigador de la UPAEP, Edna Tolentino Licenciada en Comunicación, a Ekic Téllez Licenciado en Comunicación, a Carlos Boca negra, Diseñador gráfico, a Saraí Rivera, Licenciada en Comunicación, Rafael Vázquez Deolarte, empresario, Alejandro Fernández Martínez, Redactor, Julio Flores Álvarez, Docente y terapeuta en Biomagnetismo, Manuel Villegas, Abogado, y a la también abogada Pilar Castelán Luna, Rafael Camacho Rosales, empresario. Y a todas aquellas personas que frecuentemente colaboraron conmigo y que ahora están laborando en el sector público, por lo que no menciono los nombres, pero agradezco haber estado juntos en uno de los proyectos del pasado. Muchas gracias a todos.

Aquí iniciamos:

En esta ocasión, entre otras cosas, le traigo algunos conceptos que invito a reflexionar:

En los tiempos que vivimos es necesario hacer frente a la confusión, pues a pesar de circular mucha información por diferentes medios, las ideas se transforman y se deforman, por lo cual no llegan los mensajes correctos a la mente de cada ciudadano, y si a esto agregamos las mañas perjudiciales de los que están en el sector público con la irresponsabilidad, debiendo ser la responsabilidad de administrar y suministrar los recursos que el pueblo aporta, estamos frente a un mundo más que confundido utilizado para satisfacer la ambición irracional de algunos.

Pues bien, amables lectores, en ésta nueva columna Willy @punta no se trata de limpiar ni la imagen ni la conciencia de nadie, se trata de hacer revelaciones sin mezquinos intereses publicitarios ni de mediocres inclinaciones políticas, toda vez que el decir las cosas en su preciso contexto solo implica analizar con el menor toque de emociones posible, como lo define la frase de un soldado que antes de la batalla escribió “Señor, que mis balas peguen certeras pero sin odio”.

Si bien es cierto que el lenguaje ha cambiado con los años tanto en forma y sentido, también lo es que no cambia el estricto significado de los vocablos, sino más bien la aplicación de estos.

Por ello entre los mexicanos, hoy día, están acostumbrados a confundir las siguientes palabras:

Íntegro – distinguido, palabra que pudiera ser sinónimo de la primera pero que la segunda, en el lenguaje “comercial” denota elegancia, pertenencia o posesión de cosas, es decir lo suntuoso y detrás de esa posesión de cosas pueden existir todo, menos la integridad u honradez.

Decencia- Dignidad, cuando estas dos palabras que son sinónimo, se conjugan, bien podrían establecer una imagen agradable de toda la sociedad, mientras toda la sociedad no concuerda con muchos hechos bochornosos. Considerando el bochorno, como palabra, un antónimo de la decencia o dignidad. Luego entonces ahí está la confusión, cuando para muchos jóvenes el ser decente es solo una palabra cuyo significado lo entenderían, únicamente, en un juego de cartas, que por cierto ya pocos lo practican, cuando se dice que “se jugará con decencia” queriendo decir que sin trampas, así se confunde esa palabra en el juego de la vida, en donde el ganador es el pillo o el más mañoso.

Por lo anterior les digo que el valor de la palabra, no se confundió, más bien se cambió, en muchos casos, por el poder de la palabra, pero el poder para eliminar, degradar, sobajar, expulsar, injuriar y, en suma, ser prepotente.

También le comento, amable lector, que a pesar de mucha desconcierto y enredos en el sector público, en ésta columna de la nueva época de periodista, con los apuntes que le daré, en lo posible, correré el velo de lo que afecte a la ciudadanía en lo económico, político y social, y como siempre usted tendrá la mejor opinión.
A Don Enrique Montero Ponce

Sirvan estas líneas para dar un mensaje a la Familia Montero por el fallecimiento de Don Enrique Montero Ponce, a quien conocí y también en vida agradecí la oportunidad de tener el programa La Economía y Usted durante los años 1996 a 1998, a través del 12.50 de amplitud modulada, Radio Tribuna.

Para mi es una lástima pues él ya se encontraba en la lista de invitados y también en la lista de las personas a quienes daré un reconocimiento por el apoyo a mi carrera en el marco de los 40 años de labor periodística.

Hasta pronto Señor Montero, Descanse en Paz.

Antes de finalizar esta columna, amable lector, quiero dejar una inquietud que me genera el contraste que representan dos manifestaciones.

Una de estas se generó entre la población de los cerros sagrados, por el municipio de Pahuatlán, en donde los pobladores, se opusieron a la construcción del Gasoducto Tuxpan-Tula.

Y a raíz de esas manifestaciones de pobladores, el presidente Andrés Manuel López Obrador aseguró ante pobladores que el proyecto no atravesará los cerros «sagrados» de la región, aunque se tenga que pagar o proponer nuevos trazos.

Otra:

Extrabajadores de Seguro Popular cierran bulevar y exigen reinstalación

Extrabajadores del Seguro Popular cerraron el bulevar 5 de Mayo a la altura del Centro de Convenciones en protesta porque no los quieren recontratar tras el inicio de operaciones del Insabi, pesar a que, según la Secretaría de Salud (SSA) federal, deben continuar laborando.

Ambos grupos son ciudadanos, ambos se manifestaron por sus intereses comunes.

La pregunta es:

Los extrabajadores del seguro popular ¿tendrán la misma respuesta positiva del gobierno?

O según el “sapo” es la pedrada, no importando el costo de la piedra.

Y se verá y se apuntará

Columna escrita por Wilfrido Muñoz Xicohtencatl

Twitter: @Willyprensa
Facebook: Willy@punta

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