En el último día de labores y ante dos inminentes auditorías a la gestión de Alfonso Esparza Ortiz, la dirección de servicios generales de la BUAP cerró el edificio Carolino a trabajadores y los mandó a “hacer nada” a Casa de las Bóvedas, sin ninguna explicación.
Así lo reportaron a este medio empleados de la universidad que, pidiendo anonimato, detallaron que al llegar a trabajar en su última jornada, antes de salir de vacaciones de fin de año, se encontraron con el histórico edificio cerrado y la indicación de que debían trasladarse a las Bóvedas, ubicada en Juan de Palafox y Mendoza 406.
En este último edificio, que está cruzando la calle, terminaron matando el tiempo sentados bancas o frente a sus computadoras portátiles, pues nadie les pudo decir por qué se tomó la decisión de no permitirles terminar sus labores ni si podían retirarse a sus casas.
Ante este inusual comportamiento, no faltó quien especulara que el Carolino quedó clausurado para “sacar papeles compromentedores” antes de la llegada de los agentes de la Auditoría Superior del Estado (ASE), los cual Esparza Ortiz ha minimizado con actitud retadora.
Y es que, desde la semana pasada, los trabajadores perciben cambios “extraños” y para los cuales no encuentran razón, como la ampliación del periodo vacacional, para regresar a laborar hasta el 6 de enero y no el 2, como estaba programado.
Remarcaron que este cambio de última hora en el calendario escolar el Consejo Universitario apenas el pasado 5 de diciembre, luego de que personal de la ASE se presentara en el Carolino para entregar los oficios de aviso para las auditorías.
En esa ocasión, trascendió que los emisarios hallaron la Tesorería General cerradas y que ningún directivo de esta oficina los atendió.