En el 2018, el gobierno del estado de Puebla gastó 13 por ciento más del presupuesto aprobado; además de que tuvo excedentes en sus servicios básicos, burocracia y comunicación social, pero soslayó la infraestructura, señaló el IMCO.
El “Índice de Información del Ejercicio del Gasto 2019. Creatividad contable: el arte del engaño” dio a Puebla la calificación de 96 colocándola como la mejor en el país, misma posición del año pasado.
Los datos actuales del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) expusieron que en 2018, a las administraciones panistas se les aprobaron 85.9 mil millones de pesos, pero terminaron usando 96.8 mil millones de pesos, es decir 10.9 mil millones adicionales.
Del gasto, aumentaron los gastos para el gasto burocrático (salarios o materiales) en 8 por ciento; comunicación social con 45 mil por ciento y 39 por ciento en sus servicios básicos, mientras que sólo en infraestructura erogó 26 por ciento menos de lo aprobado.
Respecto a los ingresos, estimaron 85.9 mil millones de pesos, aunque recaudaron 97.5 mil millones de pesos, que representaron 11.6 mil millones más —14 por ciento— de los que nada se destinó a alguna deuda adicional, como podrían ser los Proyectos para la Prestación de Servicios (PSS).
No obstante, resaltó que Puebla presentó la información financiera de forma consolidada en un micrositio alineado a las obligaciones de la Ley General de Contabilidad Gubernamental y los formatos establecidos por el Consejo Nacional de Armonización Contable (Conac), además de que se colocó por arriba de la calificación nacional que fue de 66.7.
Como conclusión, el IMCO señaló que, a más de 10 años de su aprobación, todos los gobiernos estatales violan la Ley General de Contabilidad Contable, pues reportar bien no significa gastar bien.
Si la administración estatal, explica el instituto, modifica su gasto global en más del 15 por ciento, esta variación significa una mala planeación de las secretarías de finanzas y nula supervisión de los Congresos locales.
Cabe mencionar que Antonio Gali Fayad gobernó hasta el 13 de diciembre; Martha Erika Alonso Hidalgo, también de extracción panista, tomó la batuta del 14 al 24 de diciembre, mientras que su secretario General del Gobierno (SGG), Jesús Rodríguez Almeida, terminó el año como encargado de despacho, tras la muerte de la mandataria.