Alicia Bárcena Ibarra, secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), señaló que la economía de México “no está en recesión” y previó una recuperación en 2020, pero alertó que más de 50 por ciento de su población vive en pobreza.
Lo anterior, este jueves al presentar el estudio Panorama Social de América Latina 2019, donde se estima que el 41.5 por ciento de los mexicanos está en pobreza y el 10.6 por ciento, en pobreza extrema.
De acuerdo con Bárcena Ibarra, quien es de nacionalidad mexicana, pese al alza de los ingresos de los mexicanos, entre 2014 y 2018, “la pobreza se redujo a un ritmo de 2.1 por ciento por año, lo que resulta un ritmo muy lento, y aumentó la pobreza extrema”.
Destacó que, en el actual gobierno, se tomaron “decisiones importantes” para subir el salario mínimo, que aún está en el nivel más bajo de América Latina y el Caribe, y aumentaron las transferencias monetarias a los hogares más pobres.
Consideró también que la pensión universal a los adultos mayores va a disminuir la desprotección social de este sector, aunque indicó que este tipo de acciones deben acompañarse de empleos mejor remunerados y mejores salarios.
Estancamiento, por cambio de modelo
Respecto al estancamiento de la economía mexicana, comentó que se debe a retrasos en la ejecución del presupuesto, la baja inversión pública y privada, así como el cambio hacia un modelo económico que está planteando un nuevo curso de políticas.
Señaló que a México también le ha afectado la incertidumbre financiera por tensiones comerciales y el retraso en la ratificación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
No obstante, aseveró que “nosotros no creemos que México esté en recesión; nuestra proyección de crecimiento para 2019 es de 0.2 por ciento, pero esperamos que en 2020 haya una recuperación importante del crecimiento porque habrá, sin duda, mayores inversiones en infraestructura y aumento del consumo de los hogares más pobres”.
Llama a replantear política tributaria
En cuanto a los factores de la pobreza, remarcó la cultura del privilegio que existe en América Latina y el Caribe, donde por décadas se ha mantenido la concentración del ingreso, la riqueza y la tecnología, así como a pensar que es natural que haya desigualdades.
Explicó que la cultura del privilegio se relaciona con la evasión fiscal que limita las políticas sociales y cuyo monto asciende al 6.3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB).
Por lo anterior, llamó a hacer un análisis de la política tributaria, pues aunque se han tomado acciones contra privilegios fiscales y para reducir salarios a altos funcionarios, aún debe “mejorarse la estructura tributaria”.
Agregó que es necesario mejorar la calidad y la eficiencia del gasto público, al fortalecer herramientas para la inclusión social y laboral, así como impulsar la inversión del sector privado.