El 33% de la ciencia en México está conformada por mujeres
El 33% de la ciencia en México está conformada por mujeres. Foto: Especial
El 33% de la ciencia en México está conformada por mujeres
El 33% de la ciencia en México está conformada por mujeres. Foto: Especial

Apenas el 33 por ciento de los científicos es de mujeres, y uno de cada cinco países ha alcanzado la paridad de género, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).

Asó lo señaló Lilia Cedillo Ramírez, directora del Centro de Detección Biomolecular de la BUAP, durante su participación en el Foro “Educación Media Superior: la vía para impulsar la participación de las mujeres en las áreas de estudio Steam de la BUAP”.

Indicó que en el Sistema Nacional de Investigadores del Conacyt ingresan menos mujeres que hombres, aunque en los últimos años sí se registra un incremento del número de estas en este sistema. En 1991 solo el 21 por ciento de los integrantes era de mujeres y en el 2017 la cifra fue del 36.6 por ciento.

De acuerdo con datos del Conacyt, dijo, existe una mayor participación de las mujeres en áreas como Biología, Química, Ciencias de la Vida, Medicina y Ciencias de la Salud, Humanidades y Ciencias de la Conducta, pero es mucho menor en Ingenierías, Ciencias Naturales, Agronomía, Veterinaria y Tecnologías.

Ante esta situación recalcó que los sistemas educativos juegan un papel muy importante y que la labor docente a nivel básico y medio superior tiene una gran incidencia con respecto a la motivación de niñas y jóvenes para estudiar ciencias.

Por su parte, Juan Carlos Pinacho Cruz, titular de la Dirección de Acompañamiento Universitario (DAU), comentó que la educación media superior “es el vehículo por el cual se deben romper los prejuicios sobre la elección profesional y también sobre la forma en que mujeres y hombres deben tener el mismo acceso a los derechos universales”.

A su vez, Martha Alicia Palomino Ovando, directora de la Facultad de Ciencias Físico Matemáticas, señaló que las bajas cifras de participación de las mujeres en ciencia no solo se limitan a un tema de injusticia social: es necesario revertir esta situación, pues es también una necesidad desde el punto de vista económico y científico, ya que representa “una perdida en la competitividad al descartar el potencial intelectual y productivo de las mujeres por el solo hecho de ser mujeres”.