Hong Kong entró en recesión tras reportarse una contracción del 3.2 por ciento del PIB durante el trimestre de julio-septiembre, respecto al periodo anterior; es la primera vez que la excolonia británica cae en esta situación desde la crisis financiera de 2009 por las hipotecas subprime.
El trimestre anterior, la nación semiautónoma de China registró una caída del PIB de 0.4 por ciento, por lo que al arrastra dos trimestres seguidos de crecimiento negativo, entrando así en recesión técnica.
El desplome económico se atribuye a las constantes manifestaciones en algunos de los principales distritos comerciales, así como la guerra comercial que sostiene China y Estados Unidos.
Derivado de los enfrentamientos entre civiles y policías el comercio minoritario y el turismo bajaron de forma alarmante, por lo que la jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, previene una contracción del crecimiento económico anual.
Tan solo en 2018, la economía se contrajo un 2.9 por ciento lo cual indicó el crecimiento más bajo en el país desde el periodo de 2008 y 2009.
La principal razón por la cual los protestantes tomaron las calles fue un proyecto de ley que permite la extradición de Hong Kong a China y a pesar que la iniciativa fue descartada, las movilizaciones no parecen tener un fin pronto ya que una nueva protesta se convocó la noche del 31 de octubre, donde manifestantes usarán mascaras con motivo de las celebraciones de Halloween.
Fuentes: La Vanguardia / El Economista