El Décimo Tercer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa ordenó descongelar las cuentas bancarias, en el sistema nacional, de Alonso Ancira Elizondo, accionista principal de Altos Hornos de México (Ahmsa), a quien la FGR acusa de lavado de dinero.
Solicitó también suspender los congelamientos de las cuentas de las empresas Desarrollo Industrial Épsilon e Inmobiliaria Sofani, de las que Ancira Elizondo también es apoderado, las cuales también fueron bloqueadas a pedido de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
La UIF solicitó el cierre de las cuentas del empresario coahuilense bajo el argumento de que la Agencia Antidrogas Estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés) lo investigaba, junto al exdirector de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin, por presunto lavado de dinero.
El pasado mes de agosto, el director de Procesos de la UIF presentó el oficio MX–19–0225, firmado por el Director Regional Adjunto de la DEA, Chuck Rosenberg, en el que informó que diversas personas, entre ellas el empresario mexicano, eran investigadas por presunto lavado de dinero.
Sin embargo, el tribunal mexicano determinó que dicho bloqueo fue “inconstitucional”, pues no se cumplió con una jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que establece que el congelamiento de activos sólo aplica cuando estos provienen de una resolución de un organismo internacional, o de una solicitud de una autoridad extranjera que sea reconocida en tratados internacionales.
Previamente, al dueño de Ahmsa le habían inmovilizado nueve cuentas de cheques e inversión; dos de ellas en Scotiabank, dos en Banca Afirme y las restantes en Banamex, BBVA Bancomer, Santander, Banorte y Vector Casa de Bolsa, respectivamente.
Cabe recordar que Ancira Elizondo y Lozoya Austin habrían desviado dinero de la compra que hizo Pemex, en 2014, de la planta Agronitrogenados, propiedad de Ahmsa, vendida por 600 millones de dólares, pese a estar considerada en quiebra y valuada en 50 millones.
Fuentes: Milenio, El Informador
Editado por Omar Almaraz