En el país, para el 56 por ciento de los ciudadanos las etiquetas de los alimentos y bebidas procesadas son fáciles de leer, sin embargo para el 40 por ciento no lo es; asimismo el 80 por ciento cree que la información que ahí viene no dice la verdad.
Solo para el 12 ciento de los encuestados por Parametría las etiquetas que tienen estos productos contiene la información correcta.
Al cuestionarle a los entrevistados si al momento de comprar un alimento o bebida procesada leen las etiquetas para saber qué contienen los mismos, el 29 por ciento reconoció que nunca lo hace, contra el 42 por ciento que dijo que a veces y 26 por ciento aseguró que siempre lo hace.
En opinión del 83 por ciento cree que la información nutrimental que se menciona en las etiquetas de esos productos deben ser revisados por expertos que defiendan los intereses de salud pública y una alimentación saludable.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México siete de cada diez adultos presentan sobrepeso u obesidad, a escala infantil el porcentaje es de poco más de 30 por ciento.
Derivado de esto es que se han diseñado diferentes políticas públicas para combatir este mal, tales como la eliminación de venta de alimentos chatarra en las escuelas, por mencionar solo una de éstas.
Cabe mencionar que recientemente el Senado aprobó un etiquetado frontal en alimentos y bebidas no alcohólicas, donde se advierta sobre contenido energético, azúcares añadidas y grasas saturadas.
