El alza al precio del boleto del metro en Chile, de 800 pesos chilenos a 830 (aproximadamente un dólar con 20 centavos) ha ocasionado marchas desde el pasado lunes contra el gobierno de ese país. Este domingo, cinco personas murieron por el incendio de una fábrica y la toma de una distribuidora de Coca-Cola.
Las movilizaciones comenzaron en Santiago, la capital, especialmente a cargo de estudiantes que convocaron a marchas en contra de la medida, pero se extendieron a otras ciudades como Valparaíso y Concepción, cobrando fuerza también por otras exigencias de la ciudadanía contra la administración del presidente Miguel Sebastián Piñera Echenique.
El descontento llevó a la población a usar el metro sin pagar pasaje, lo que originó que muchos civiles fueran detenidos, que a su vez provocó un mayor número de manifestantes y daños en casi todas las líneas que recorre el metro de Santiago, además de incendios, saqueos a negocios y ataques en algunas instalaciones públicas.
En respuesta al caos que se desató en la capital chilena, Piñera Echenique declaró estado de emergencia en la ciudad. Desplegando a cuerpos militares para controlar los movimientos sociales, cerca de 500 militares fueron enviados. Pese a la llegada de los cuerpos militares a Santiago las protestas continuaron.
Por su parte, este domingo por la tarde, se reportó el saqueo de una distribuidora de Coca Cola en Puente Alto, sur de Santiago. También, una fábrica de ropa en Renca se incendió, causando la muerte de cinco personas, tras haber sido también asaltada por manifestantes.
Además, la madrugada de este día otras tres personas murieron, dos de ellas en un incendio en un supermercado que había sido atacado por los manifestantes.
El alza en el precio del boleto del metro fue el motivo que desató las marchas y protestas, sin embargo, las exigencias van más a fondo, sobre los bajos salarios y la desigualdad social, los altos precios de la electricidad, la gasolina, el transporte y los medicamentos.
Fuentes: Infobae / El Economista