Por Aquiles Montaño Brito

Este domingo 13 de octubre debía celebrarse el evento número tres de los seis festejos que el Movimiento Antorchista Nacional planeó para conmemorar 45 años de magníficos logros que, 2 millones 500 mil mexicanos, hemos obtenido en la lucha contra la pobreza. El tercer evento, que reuniría a más de 60 mil antorchistas en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, no se realizó porque desde el Gobierno se canceló de manera ilegal el contrato para el uso del Estadio “Víctor Manuel Reyna”. Los amplios conocedores del problema afirman que el Gobierno estatal citó a la dirigencia regional de Antorcha en el Sureste mexicano para informarles, el día 7 de octubre, que “por órdenes superiores quedaba cancelado el permiso para utilizar el estadio Víctor Manuel Reyna y se prohibía la realización del evento en cualquier espacio público”.

¿De quién son esas “órdenes superiores”? Son las órdenes del Gobierno federal, que encabeza Andrés Manuel López Obrador. ¿Qué leyes viola el gobierno de la República? Violan un derecho de la Constitución Política que establece que cualquier grupo de mexicanos puede reunirse, cuando así lo desee, para manifestar sus ideas políticas, siempre que esa asamblea sea legal. Vayamos a la última parte del comunicado oficial: “se prohibía la realización del evento en cualquier espacio público”. ¡Así, sin más argumentos y pisoteando las leyes democráticas, llegó el ukase! Se impidió el uso de un Estadio rentado y el evento en Chiapas se prohibió en absoluto. De acuerdo con la opinión de los juristas más experimentados del país, estamos ante una violación a nuestra Carta Magna por parte del Poder Ejecutivo. Es una tiranía usando la ley contra su pueblo.

Desde hace siglos, el pensador inglés John Locke sostenía que “donde termina la ley, comienza la tiranía, si la ley es violada para daño de otro. Y quien como autoridad se excede en el poder que la ley le confiere y emplea la fuerza que tiene a sus órdenes para imponerla a un súbdito en lo que la ley no permite, con ello cesa de ser gobernante y, obrando sin autoridad, se le puede resistir como a cualquier hombre que invade por la fuerza un derecho ajeno”.

El Maestro Aquiles Córdova Morán, líder nacional de Antorcha, solicitó desde el miércoles 9 de octubre que la secretaria de Gobernación federal, Olga Sánchez Cordero, “su atinada intervención como responsable de la política interior del país, para que se respete nuestro legítimo derecho a la reunión pacífica” en Chiapas. Y desde la Cámara de Diputados, los tres legisladores federales antorchistas le pidieron una entrevista para denunciar el acto represivo y violatorio de la ley por el que atravesábamos los antorchistas del país y los 60 mil mexicanos del sureste que festejarían los logros de su organización. La responsable de la política interior del país no concedió la cita personalmente y envió a los diputados antorchistas con el subsecretario de Gobernación, Ricardo Peralta Saucedo. El señor funcionario dijo que la misma tarde del 10 de octubre les llamaría para solucionar el problema y acordar una nueva fecha para realizar el festejo. Han pasado ya varios días y la “tarde del señor funcionario” aún no llega. Así la represión, las violaciones a la ley, las peticiones de justicia y la respuesta del Gobierno federal. El antorchismo nacional respalda sus hermanos del Sureste y les dice que estamos listos para obligar al fascismo a respetar nuestros derechos democráticos.

¿Por qué el embate contra los miles de mexicanos que militamos en Antorcha? ¿Por qué agredir el festejo de nuestros 45 años? Se busca desaparecer a las organizaciones sociales que son la fuerza de los débiles, para que ahora, bajo el nuevo Estado fascista, nadie exija soluciones. El Gobierno federal prohíbe el derecho de asociación, opinión, protesta e intenta liquidar la capacidad del pueblo para exigir sus derechos políticos y económicos. El objetivo es no resolver las demandas. Y quiere convencer al país de que eso es correcto.

No es la primera vez que López Obrador nos ataca. Desde el día en que ganó las elecciones se puso como objetivo destruir a nuestra organización bajo las malas artes de la calumnia. Como se sabe, sobre nosotros se ha desatado una campaña de calumnias en la prensa y ataques en carne propia: 109 veces el presidente de México afirmó en actos públicos que la “Antorcha Mundial” es una organización de “mocheros” que se queda con el dinero de la gente. Eso es falso. A inicios de años, fuimos acusados de ser “huachicoleros” en Puebla por la revista Proceso. Tambien es una calumnia. Por las mismas fechas, fuimos acusados en Televisa y AMLO de tener 50 gasolineras que operaban de forma ilegal. Una mentira más. En febrero de este año, el fiscal de hierro de la Cuarta Transformación, Santiago Nieto, nos acusó de ser un grupo delincuencial en un librillo absurdo que aún se vende en las librerías más prestigiosas de México. El arte de la calumnia hasta en libros se vende. En agosto, el portal “Ejecentral” de Raymundo Rivapalacio afirmó que dos líderes antorchistas eran investigados por tener una fortuna millonaria ilegal. ¡Una falsedad más! A este ataque mediático, se le debe sumar la ola de asesinatos o “accidentes mortales” en los que fallecieron 10 antorchistas (líderes, activistas y campesinos) durante los primeros meses en que AMLO inició su campaña para desacreditar a la “Antorcha Mundial”, mote con el que burlonamente nos bautizó el presidente en medio de una masacre sangrienta contra nosotros.

La cacería de brujas de AMLO y Morena contra sus enemigos da sus resultados: varios están ya en la cárcel o han caído de sus puesto públicos. No es necesario dar nombres, porque todos los conocen. Los mexicanos saben que Morena dedica sus esfuerzos más feroces a vengarse de quienes se opusieron a sus ansias de poder ilimitado. ¡México es un Estado que somete a quienes no estén de acuerdo con Morena! De eso no hay duda y sí pruebas irrefutables. Y la pregunta es: si Antorcha es tan corrupta y delincuencial, como lo afirma el presidente y los medios que controla, ¿por qué no hay un solo líder antorchista enfrentando la justicia terrorífica de estos bestiales cruzados? ¿Por qué el Santo Oficio morenista no ha podido encarcelar a un solo antorchista? Porque sus acusaciones son calumnias baratas que no resisten un juicio científico.

Esta es una prueba contundente e irrefutable de que somos una organización legal, formada por mexicanos libres y que luchamos por un cambio favorable para todos los habitantes de este país. Nuestros logros, en 45 años de existencia, nos han enseñado que la unión fraterna y consciente de los humildes es una fuerza poderosa e indestructible en la dura lucha por erradicar a la pobreza del país. Ningún mexicano puede sostener lo contrario, porque la historia nos está dando la razón. Hoy urge decirle a México que Antorcha está más viva que nunca. Asistir a los eventos de Antorcha siempre fue un deber de las conciencias limpias: hoy ese deber es una necesidad histórica en defensa de la organización del pueblo humilde.

En Puebla, a los antorchistas del Regional Centro 2 (que incluye a Veracruz, Oaxaca, Guerrero y Tlaxcala) realizaremos nuestro 45 aniversario el domingo 10 de noviembre, a las 7:00 am, en los estadios Cuauhtémoc y Hermanos Serdán. ¡150 mil antorchistas realizaremos un evento histórico! Con dos estadios abarrotados, llenos de alegría y entusiasmo de la gente, con corazones y mentes libres, con banderas rojas ondeando al airear del viento, con arte y cultura, con la política humanista de la clase oprimida, con el orgullo de ser un bloque de acero que no se truena ante la barbarie, con la fuerza que nos dará abrazar fraternalmente a miles de hombres, mujeres y estudiantes que piensan igual que nosotros, le demostraremos a los vulgares manipuladores de la verdad que hay Antorcha para rato y que aún tenemos fuerzas para las batallas venideras. ¡Todos a los estadios de Puebla! ¡Todos con enjundia y valor a corear nuestras consignas! ¡Todos a levantar la gran bandera de los pobres! ¡Todos, orgullosos de nuestros objetivos, ratifiquemos nuestro antorchismo en un evento histórico! ¡Ahí nos vemos!

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