La jefa del Ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, advirtió que el ejército chino podría intervenir en la región si las manifestaciones pro democracia se agravan, aunque reiteró que el gobierno aún espera resolver la crisis sin ayuda externa.
Luego de solicitar la prohibición del uso de máscaras u objetos que cubran el rostro durante las manifestaciones, Lam no rechazó descartar otras medidas, entre ellas pedir una intervención de China.
“A estas alturas, todavía tengo la fuerte sensación de que deberíamos encontrar nosotros mismos las soluciones. También es la posición del gobierno central (en Pekín) que Hong Kong debe abordar el problema por su cuenta”, comentó la mandataria en una entrevista.
Pese a ello, muchos manifestantes aún se cubren el rostro en desafío a la nueva ley, y pueden enfrentar una pena de prisión de seis meses hasta un año o una multa de 3 mil 188 dólares estadounidenses.
Desde el 5 de octubre que entró en vigor la ley, la policía detuvo a 14 hombres y 12 mujeres, por participar en las protestas, todos residentes locales de entre 13 y 33 años.
Desde el pasado 9 de junio, miles de manifestantes han salido a las calles de Hong Kong a protestar en contra de un proyecto de ley que permite la extradición a China.
El gobierno accedió a retirar a principios de septiembre el proyecto, pero rechazó otras demandas de la calle, entre ellas amnistiar a activistas detenidos, la renuncia de Lam, iniciar una investigación independiente de los excesos policiales y relanzar las reformas políticas en esta región administrativa.
Las protestas en Hong Kong continúan y los manifestantes, que exigen el cumplimiento de todas sus reivindicaciones, siguen enfrentándose a las fuerzas de seguridad.
Fuentes: Sputniknews, el imparcial,
Editado por Jorge Luna
