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Quién mató a Juan Carlos


Héctor De Mauleón en su columna En Tercera Persona, publicada en El Universal, señala que el 24 de septiembre de 2018, un autobús de pasajeros que llevaba levantada la puerta lateral de carga, desnucó a dos ciclistas en una avenida de Celaya, Guanajuato.

La primera víctima se llamaba Juan Carlos Guerrero Peña, tenía 30 años de edad y regresaba de su trabajo en una compañía de envíos. La segunda víctima tenía el nombre de Gerardo Serrato. Él tampoco vio venir lo que lo mató. El autobús lo golpeó cien metros más adelante. La necropsia señaló “traumatismo profundo de cuello”.

El conductor no se detuvo y siguió su camino hacia la terminal de autobuses de Celaya. Eran cerca de las siete de la noche y el sol comenzaba a irse. La patrulla 1666 recibió el informe: en la avenida 2 de Abril había ocurrido “un hecho de tránsito”.

Uno de los agentes escribió en el parte 584, rendido ese mismo día, que “personas curiosas” le manifestaron que “un camión de la empresa Primera Plus llevaba la puerta media lateral derecha levantada” y que “con la misma estas dos personas recibieron el impacto”.

La esposa de Juan Carlos recibió una llamada esa noche. Le dijeron que en una página de Facebook, dedicada a registrar casos de nota roja, hablaban de un camión que en menos de cien metros había desnucado a dos ciclistas, y que uno de ellos era Juan Carlos.


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La columna Frentes Políticos, publicada en Excélsior, indica que 1. Fondo, no forma. Como una muestra más de que la historia de México está dando un giro, es lo advertido por Andrés Manuel López Obrador. Al Presidente de México no le va el protagonismo, y aseguró que una vez retirado del cargo no permitirá que se le ponga su nombre a calles, plazas o edificios. “No quiero nada que tenga que ver con culto a la personalidad”, enfatizó. Al terminar el sexenio se retirará de cualquier actividad pública, incluyendo de la actividad en el partido que fundó, Morena. “Lo que quiero es estar en paz, retirarme, no voy a reelegirme y tampoco voy a estar metiéndome en cuestiones políticas, ni siquiera de mi partido, me retiro por completo”, comentó. La profundidad del cambio es lo que le hará memorable. Pero el cambio somos todos: hagámoslo posible.

2. ¿A resorterazos? Una buena noticia para el partido Movimiento Regeneración Nacional. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio luz verde para que elija el método de selección de su dirigencia nacional que le convenga. Hay preocupaciones al interior. “Será el fin de Morena si no se escucha al Presidente”, expresó Mario Delgado, quien llamó a los integrantes de Morena a escuchar las sugerencias del mandatario federal. Los aspirantes son Delgado y Alejandro Rojas Díaz Durán, quien en su ya habitual pugna contra la actual líder nacional, Yeidckol Polevnsky, aprovechó la revelación de condonación de impuestos que habría gozado en 2013 para lanzársele a la yugular. ¿Cómo decidirán a su nuevo líder? Este asunto se va a poner bueno. ¿Tumbarán a su líder y se echarán un volado? Todo puede suceder.

3. Pionera. Alejandra Ancheita Pagaza, defensora de derechos humanos, recibió el doctorado Honoris Causa por la Universidad de París Nanterre, en París, Francia. Es la primera mexicana en obtener tan alta distinción, que tiene varios significados, primero que, por primera vez, se le otorgó a una mexicana y por lo significativo que resulta que una institución reconozca el trabajo de los defensores de derechos humanos. “La universidad manda un mensaje a nuestro trabajo dada la vulnerabilidad a la que estamos expuestos. Es un gran orgullo y honor, porque sólo un mexicano lo había recibido en 1984, el filósofo Leopoldo Zea”, expresó. Ancheita Pagaza encabeza la asociación civil Proyecto de Derechos Económicos, Sociales y Culturales. Es de admirarse el trabajo. Ojalá algún día se respeten a plenitud los derechos en este país.


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¿Ingenuidad o irrealidad en la 4T?

Salvador García Soto en su columna Serpientes y Escaleras, publicada en El Universal, señala que ni la ocurrencia de los “cinturones de paz” formados por miles de burócratas capitalinos, ni la amenaza presidencial de acusar “a los malcriados con sus papás y sus abuelos para que les jalen las orejas”, sirvieron para evitar que ayer grupos de jóvenes encapuchados provocaran desde pintas, hasta destrozos y vandalizaran calles y edificios. Tuvo que ser finalmente la policía antidisturbios de la Ciudad de México la que, entre toletes, escudos, golpes y empujones, encapsularan a los grupos de estudiantes más radicales, para evitar que causaran daños mayores durante las movilizaciones conmemorativas de la masacre estudiantil del 2 de octubre de 1968.

Bastaron 20 minutos de marcha pacífica para que los grupos de jóvenes con la cara cubierta sacaran los sprays y amenazaran a los trabajadores del gobierno de la CDMX, para que las “cadenas humanas de paz” se disolvieran a los primeros empujones y los más de 10 mil trabajadores enviados por la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, a realizar labores de vigilancia para la que no han sido capacitados, se abrieran para dejar que los estudiantes escribieran en muros y cortinas sus consignas, mientras algunos lanzaban piedras, proyectiles y bombas molotov en contra de los grupos de policías que, como era de esperarse comenzaron a repeler las agresiones y a intentar aislar y encapsular a los estudiantes, deteniendo incluso a varios de ellos.

Para esa hora, pasadas las cinco de la tarde, entre el humo y el caos que invadió la calle 5 de mayo, en el Centro Histórico, los burócratas rompían filas y huían despavoridos; los más valientes eran pintarrajeados o despojados de sus camisas blancas con la leyenda “2 de octubre no se olvida”. En el barullo de la protesta y el vandalismo desatado, nadie recordaba —y si lo hacían era sólo para mofarse— el mensaje que por la mañana les mandara “a los que se tapan la cara, se encapuchan y hacen estos actos” el presidente Andrés Manuel López Obrador. “¿Qué les diría yo? Que tengan cuidado porque en una de esas los voy a acusar con sus mamás, con sus papás, con sus abuelos; porque estoy seguro que sus abuelos, las mamás y los papás, no están de acuerdo, me dejo de llamar Andrés Manuel, estoy seguro que los ven o los verían como malcriados, que no deben andar haciendo eso, les darían hasta sus jalones de oreja o sus zapes”.

Es cierto que al final se lograron contener actos de violencia y vandalismo mayores en las manifestaciones de ayer en la capital del país y que no fueron la mayoría de los jóvenes y personas participantes los que se dedicaron a agredir y vandalizar a su paso; pero también lo es que no fue ni gracias a las amenazas casi infantiles del presidente de “acusar a los malcriados con sus mamás, papás y abuelos”, ni tampoco a las ideas “pacifistas” de las “cadenas humanas” de la jefa de Gobierno, que se evitó un caos mayor. Al final lo ocurrido ayer en los 51 años de la represión brutal de Tlatelolco, demuestra que no es ni con ocurrencias “buena onda”, ni con absurdos “regaños moralinos” como se puede contener a grupos con expresiones violentas y que, inevitablemente no sólo en México sino en todo el mundo, enfocan su libertad de expresarse y de manifestarse con acciones desafiantes, disruptivas y agresivas contra la propiedad pública y privada.

Para decirlo claro y concreto: si las autoridades de la “Cuarta Transformación”, tanto las de Palacio Nacional como las de la Ciudad de México, creen que van a reinventar y a remplazar las funciones primarias e históricas del Estado, que son garantizar la seguridad de la población administrando y ejerciendo el monopolio de la fuerza pública, para cambiarlo por ideas y ocurrencias, que por más bien intencionadas y pacifistas que sean, confunden con “represión” el ejercicio de su autoridad y su obligación primordial como gobierno de imponer el orden y evitar el caos, lo único que conseguirán transmitir es una imagen de gobernantes débiles, timoratos e ingenuos.

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Les importó un comino que los acusaran con sus “mamás y abuelos”


Francisco Garfias en su columna Arsenal, publicada en Excélsior, indica que al “cinturón de la paz”, presumiblemente integrado por 12 mil trabajadores del Gobierno de la Ciudad, le hicieron múltiples agujeros en la marcha para conmemorar los 51 años de la matanza de estudiantes en Tlatelolco.

No resistió las embestidas de los anarcos, a los que les importó un comino la advertencia del Presidente de que los iba a acusar con sus mamás y abuelos, y volvieron a vandalizar en la CDMX.

Los integrantes del cinturón se replegaron apenas se pusieron feos los fregadazos. Se quitaron las camisetas que los distinguían, para no ser blanco de la brutalidad de lo llamados “anarcos”, que llevaban consigo cohetones, piedras, pintura y palos.

* Lo hemos repetido hasta el cansancio. Las buenas maneras de Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno, no sirven con los violentos. Utilizar civiles para inhibir vándalos era una apuesta arriesgada.

La ruptura del “cinturón de la paz” obligó a la policía capitalina a intervenir.

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Visiones diferentes


La columna Pepe Grillo, publicada en La Crónica de Hoy, señala que urge que la secretaria Olga Sánchez y el senador Ricardo Monreal se tomen un cafecito, o dos.

La secretaria de Gobernación y el coordinador de la fracción mayoritaria en el Senado tienen puntos de vistas diferentes sobre un asunto toral: la eventual desaparición de poderes en tres entidades federativas, Veracruz, Tamaulipas y Guanajuato.

El equipo de Bucareli ha insistido en que se detenga, que es un tema delicado con el que no se juega y que no transitará.

El senador Monreal piensa diferente. Quiere darle una lección a la oposición y amagó con llevar el tema de la desaparición de poderes incluso hasta el Pleno. “No es un asunto muerto”, dijo el zacatecano.

Los mal pensados, que aciertan con frecuencia, dicen que quiere usar el tema como moneda de cambio: detiene el tema de la desaparición de poderes a cambio de que se apruebe el de la revocación de mandato. ¿Será?

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, indica que la Suprema Corte, que preside Arturo Zaldívar, rechazó atraer un amparo que reclaman ex trabajadores para que el sindicato minero del senador Napoleón Gómez Urrutia pague 54.8 millones de dólares de un fideicomiso por la venta de la empresa Cananea en 1990.

Y se ve que no lo van a cobrar, porque se ordenó al tribunal colegiado de circuito que conoce del caso resolver en definitiva este recurso que en otras ocasiones se rechazó en todas las instancias del Poder Judicial.

QUE en el Poder Judicial de la Federación, por cierto, tienen bien claro que la iniciativa que impulsa el presidente del PAN en tiempos de Felipe Calderón, el senador Germán Martínez, para reducir el mandato de dos magistrados electorales de la Sala Superior, es producto de lo que veía venir por parte del Tribunal Electoral: la decisión de mantener el periodo de la gubernatura de Baja California a solo dos años, y no de cinco, como busca, entre otros, el hoy morenista.

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Ricos desconocidos vs. pobres conocidos


Ricardo Raphael en su columna Política Zoom, publicada en El Universal, señala que los nombres de las personas beneficiadas por los programas sociales de la Federación pueden consultarse. Si un adulto mayor recibe pensión, si un joven obtiene una beca, si una madre soltera alcanza un apoyo, sus datos son públicos, transparentes y verificables.

En cambio, hasta hace unos cuantos días, si una empresa multinacional, un banco, una constructora, una tienda de autoservicio o una persona física de renombre recibía un beneficio fiscal, entonces sus datos personales eran considerados como secreto máximo.

También frente a la transparencia, México es un país desigual: a los ricos se les oculta, mientras a los pobres se les expone. No importa que ambos reciban apoyos de parte del gobierno, ni que los primeros obtengan beneficios de varias decenas de millones, mientras que los segundos arañan unos cuantos cientos de pesos.

Esta realidad tenderá a cambiar con la decisión de los jueces y también, a regañadientes, de las autoridades del Servicio de Administración Tributaria (SAT).

Después de una guerra litigiosa que duró cinco años, esta semana se dio a conocer una lista con la mayoría de las personas contribuyentes, morales y físicas, exceptuadas de pagarle al fisco entre 2007 y 2015.


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