La propuesta de actualizar el Impuesto Especial sobre Productos y Servicios (IEPS) a las bebidas azucaradas no bajará el consumo, solo “pegará” a las inversiones y empleos para el 2020, advirtió el presidente local de la Canacintra, Gabriel Covarrubias Lomelí.
Refirió que a seis años de que se aplicó ese gravamen a alimentos y bebidas altos en calorías, la realidad es que no ha beneficiado en reducir las compras de esos productos como se planteó en su momento por las autoridades.
El presidente de la Cámara Nacional de la Industria de Transformación (Canacintra) comentó que al sector de empresas de alimentos y refresqueras, que en total son 60, sí generó un perjuicio el IEPS cuando se aplicó, porque redujeron las inversiones y tuvieron que hacer recortes de personal.
A las empresas costó mucho trabajo salir adelante y a la fecha no se han podido recuperar al 100 por ciento respecto a retomar el ritmo de producción que traían antes de que se diera esa carga fiscal, abundó.
Sostuvo que el consumo sigue igual, lo que demuestra que no fue una alternativa viable por parte de las autoridades federales pasadas, lo que implica tomar otras medidas en políticas de salud pública para promover una sana alimentación.
Productos light no son opción
Covarrubias Lomelí dijo que tampoco es alternativa para las empresas sacar productos light de sus bebidas, ya que el consumidor no quiere sacrificar su gusto, por lo que está dispuesto a pagar el precio.
“Debemos esperar si en el Proyecto del Paquete Económico 2020 pasa la propuesta, misma que para la industria refresquera es un golpe en sus planes de inversión y generación de empleos para el próximo año”, apuntó.
Aunque también este problema de carácter global, representa una oportunidad para crear nuevos productos no solo light, sino más saludables, pero se debe trabajar en mejores campañas dirigidas al consumidor para que los acepte.
Cuando se aplicó el IEPS, afiliados de la Canacintra dejaron de invertir 600 millones de pesos en la adquisición de maquinaria para incrementar la capacidad de producción en refrescos, endulzantes y confitería, lo que se reflejó en una caída del 20 por ciento en ventas.
El exdirigente del sector alimentos en esa cámara, Gabriel Salcedo Alatriste, dijo no tener un panorama del impacto económico que pudiera traer en esta ocasión la actualización del impuesto para refrescos, por lo que debe tener un acercamiento con los representantes actuales para conocer su pronóstico.
Sin embargo, el 30 por ciento de las 60 empresas que se dedican a la fabricación de bebidas endulzadas sí tendrían un impacto directo que se reflejará en afectar empleos.
La industria de alimentos y bebidas generan alrededor de 3 mil 500 empleos directos en el estado, de acuerdo a cifras de Canacintra.
