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La columna Frentes Políticos, publicada en Excélsior, indica que 1. Unidad. La fuerza del partido en el poder quedará de manifiesto durante la reunión plenaria de Morena, en el auditorio Aurora Jiménez, de la Cámara de Diputados. Este jueves será el diputado Mario Delgado el encargado de inaugurar los trabajos y ofrecerá un informe. Y aunque la bancada tiene pensado invitar al presidente Andrés Manuel López Obrador, no está garantizada su asistencia. “Vamos a invitarlo a nuestra plenaria en un afán de colaboración y respeto de poderes y como un auténtico equilibrio de los mismos”, informó el coordinador de los senadores morenistas, Ricardo Monreal. Habrá palabras de Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, y la intervención de Esteban Moctezuma, titular de Educación Pública, quien explicará los avances. Y, de ahí, a trabajar, porque si alguno merece toda la atención es el tema educativo.

2. Expediente negro. Jorge Winckler Ortiz, fiscal de Veracruz, sigue manchando su expediente. Hugo Gutiérrez Maldonado, secretario de Seguridad Pública del estado, le solicitó citar a declarar al exgobernador de Veracruz, Miguel Ángel Yunes, por presuntamente estar implicado en el homicidio de Maricela Vallejo Orea, alcaldesa de Mixtla, pero Winckler “es omiso, para proteger al mandatario con quien inició su gestión”. Todo le sale mal a este funcionario, quien ha estado en la mira para inhabiltarlo del cargo. El Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública realizará una auditoría a Winckler porque “no le cuadra” el número de víctimas. “Es urgente su destitución porque la dependencia que encabeza está en desorden, dispersa, hay ausencia de mando e impera la corrupción”, denunció el abogado Jorge Reyes Peralta. Y ni así se cae.

3. Viraje. Tal y como se venía planeando, la Mesa Directiva del Senado recayó en manos de una mujer, la legisladora Mónica Fernández Balboa, senadora por Tabasco. La mayoría decidió, por unanimidad, renovar la Mesa Directiva del Senado para el segundo año de la LXIV Legislatura. Fernández Balboa descartó que se divida al partido, ya que “en Morena estamos tratando de salir unidos, fortalecidos, que la cohesión sea siempre lo que debamos privilegiar y esto se debe, en gran medida, al trabajo de consensos de transparencia que ha impulsado el coordinador Ricardo Monreal”. No piensa lo mismo el senador Martí Batres, actual presidente de la Mesa Directiva, y quien en todo momento manifestó su deseo de ser reelegido en el cargo. Para comenzar, desconoció los resultados. Sereno, moreno.

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Round para Monreal

La columna Pepe Grillo, publicada en La Crónica de Hoy, señala que para nadie es un secreto que, a pesar de ser compañeros de partido, los senadores Ricardo Monreal y Martí Batres son adversarios políticos.

Ninguno de los dos se toma la molestia de ocultarlo.

En el proceso para elegir candidato de Morena a la Jefatura de Gobierno de la CDMX estuvieron a muy poco, casi nada, del rompimiento definitivo.

Quien decide estas cosas en Morena, o sea López Obrador, resolvió que Monreal fuera líder de la fracción en la Cámara alta. Fue un acierto. Monreal es un político que sabe negociar y lo ha demostrado.

Aunque entre ellos hay algo personal, lo cierto es que su rivalidad muestra una fisura a lo largo de Morena. Por eso la dirigente nacional, Yeidckol Polevnsky, se metió al pleito y calificó la decisión de quitarle a Martí la Mesa Directiva como “una vergüenza”.

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La columna Trascendió, publicada en Milenio, indica que el coordinador de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, buscará a Martí Batres a fin de limar asperezas y también a la dirigente de Morena, Yeidckol Polevnsky, para que respete la independencia de la bancada y advertirle que “no hay marcha atrás” en la designación de Mónica Fernández como lideresa.

El año pasado la tabasqueña pidió ser considerada para presidir el Senado, pero la enfermedad de su madre la sacó de la competencia, y ni Imelda Castro ni Ana Lilia Rivera estuvieron interesadas en el cargo, como decía Monreal, mientras que Maribel Villegas solo navegaba de a muertito.

Por cierto, la diputada federal Tatiana Clouthier negó haber hecho llamadas para instar a votar por Batres, como se quejaron algunos senadores hace días.

QUE hablando de líos entre morenos, algunos compañeros de José Narro Céspedes se dieron tiempo ayer, en medio de la trifulca por la presidencia senatorial, para advertir que el legislador prepara una protesta en la comunidad de Mazapil, el municipio más grande de Zacatecas, para cerrar otra vez la mina de Peñasquito, de la canadiense Goldcorp.

El reproche principal es que ha ocupado el año legislativo en tejer su candidatura como gobernador para 2021.

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Derrota de la reelección en el Senado

Francisco Garfias en su columna Arsenal, publicada en Excélsior, señala que por un momento pensé que la ira manifestada por Martí Batres, después de fracasar en su intento por reelegirse en la Presidencia de la Mesa Directiva del Senado, tenía fundamento.

Revisé la convocatoria y, efectivamente, no estaba contemplado que votaran las cinco senadoras del Partido Encuentro Social. Me parecía, igualmente, que, si de última hora le habían dado al PES ese derecho, el PT también debió haber participado. Ambos grupos parlamentarios pertenecen a la coalición Juntos Haremos Historia.

No conocía la parte oculta de la historia. Ésa que se obtiene cuando hablas fuera de grabadora con testigos o protagonistas. El tema empezó a descomponerse cuando Antonia Cárdenas, senadora del PES, manifestó por escrito que renunciaba a ese grupo para reintegrarse a Morena y poder votar por Martí.

Eso no lo podía hacer por voluntad propia, pero para Batres era un voto más y el presidente saliente de la Mesa ni chistó. “Yo sí voté por Martí. Quería que la Mesa siguiera igual”, declaró Antonia, no sin cierta ingenuidad. Las otras cuatro senadoras del PES, morenas de origen, resolvieron solicitar que también las dejaran votar. Las incorporaron al padrón y lo hicieron. ¿Fueron las que inclinaron la balanza a favor de Mónica Fernández? No sabemos. El voto fue secreto.

Quedaba la duda del PT. Se aclaró en un comunicado que firmó Geovanna Bañuelos, coordinadora de esa bancada, que se resume de la siguiente manera: es un asunto interno que compete exclusivamente a Morena.

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