Ante la propuesta de un posible aumento a los impuestos a bebidas azucaradas, tabaco y cerveza, el presidente Andrés Manuel López Obrador descartó aplicar esta medida, así como cualquier otro tributo en términos reales, en su proyecto de Ley de Ingresos de 2020.
Lo anterior, este miércoles durante su conferencia de prensa matutina realizada en Palacio Nacional, ante la pregunta de la prensa sobre dicha iniciativa, planteada por el diputado morenista Alfonso Ramírez Cuellar, presidente de la comisión de Presupuesto y Cuenta Pública de la Cámara Alta, encargada de dictaminar dicha ley.
De acuerdo con el legislador, subir impuestos a dichos productos generaría recursos extras para que el gobierno federal los use en programas del sector salud con miras a prevenir sobrepeso, desnutrición y enfermedades como la diabetes.
En respuesta, López Obrador reiteró que mantiene el compromiso de sólo aumentar impuestos de acuerdo con la inflación, pero no crear nuevos ni aumentar los existentes, por lo que sostiene que tampoco se aplicarán incrementos a gasolinas, diésel, gas y luz.
Asimismo, aseveró que contempla que no aumente la deuda pública para el año próximo, con la meta de financiar el gasto sin aumentar la deuda pública.
Habrá campaña de buena alimentación
En cuanto al programa de salud que se costearía con el aumento tributario, mencionó que su gobierno va a implementar una campaña, en radio y televisión, “como nunca” para fomentar la buena alimentación y evitar la influencia de publicidad de refrescos y chatarras.
“Va a ser intensa (la campaña) para que no dé estatus, fama, el tomar un refresco embotellado, como sucede en algunas regiones del país, en donde tomar un refresco es equivalente a ser importante, cuando se tienen bebidas naturales”, acotó.
A esta promoción de la sana alimentación, se sumarán incentivos para hacer deportes e impulsar vocaciones para el fútbol, el básquetbol, el voleibol y beisbol, así como su programa Juntos por la Paz.