A las mujeres indígenas de Huehuetla les hace falta un mercado para poder vender sus artesanías, así como sus blusas bordadas, cuyos diseños son plagiados por empresas, además de que las revenden hasta diez veces más caras, algo que buscan evitar.
Así lo señaló Natividad Espinosa Pérez, representante indígena y regidora de Huehuetla, quien comentó que las mil 500 mujeres de su localidad se ven afectadas porque hay quienes compran sus blusas, que tardan de tres a cuatro días en hacer, en 100 pesos, para luego revenderlas en 500 o hasta mil pesos.
En el Día Internacional de los Pueblos Indígenas –9 de agosto–, dijo que además hay desconocidos que les preguntan cómo las hacen y las graban para llevarse sus diseños, por lo que trabajan en el rescate de su trabajo, que no haya intermediarios ni copias, pues toda su vestimenta tiene un significado, resaltó Yolanda Juárez Hernández, representante de organizaciones civiles.
Espinosa Pérez, al mostrar su traje tradicional, explicó que porta un listón rosa por ser mujer; uno azul, que es la compañía de hermanos y amigos, así como un verde por sus raíces y la madre tierra; además, usa falda rosa porque jamás se quedará en un mismo lugar y la faja roja simboliza la “sangre fuerte con mis hermanos” en su corazón.
La blusa tiene un camino que representa la vida y un colibrí, porque “me gusta andar, no quedarme en un solo lugar, apoyar a mis hermanos” para logar que su comunidad sea respetada, “me gusta mi traje, me siento orgullosa de mi raíz, porque así me enseñaron mis abuelitos, sigo siendo así, y así me voy a morir”, subrayó.
Inegi no realiza bien los censos, acusa
Reveló que quiere hacer una organización más grande para apoyar a su municipio y las siete regiones de Puebla, ya que en su comunidad casi el 60 por ciento de la población –mujeres– se dedican a las artesanías que no pueden vender, mientras que los hombres siembran maíz, frijol, pimienta y café en el campo.
En otro tema, pidió que el nuevo gobierno contrate a habitantes de la misma comunidad para realizar los censos para los programas sociales, porque el personal del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) no llega a las casas más alejadas, o que lleven traductores para tener bien los datos.
Asimismo, denunció que las madres de familia dejaron de recibir los apoyos de Prospera porque ahora el gobierno federal manda el dinero a los jóvenes, que se lo gastan en celulares o alcohol, algo que ya se convirtió en un problema.
Por otra parte, en la rueda de prensa, recordaron que la encuesta de 2018 del Consejo Nacional para Prevenir y Erradicar la Discriminación (Conapred) dio a conocer que el grupo que más sufre este fenómeno social es el indígena, que se mantiene en 87.4 por ciento. A nivel nacional, el 25.4 por ciento de esta población reportó haber sido víctima en los últimos 12 meses.
Los principales ámbitos donde las personas indígenas enfrentan discriminación son los servicios médicos, la calle o el transporte público, el trabajo y la escuela, pero no todos los casos se denuncian.