Un video captó cómo, entre lágrimas, hijos de migrantes detenidos por las redadas en Estados Unidos piden al gobierno de ese país que muestre compasión ante el estado de desamparo en que los dejan, lo cual intensificó la polémica por la política de deportaciones masivas.
Magdalena Gómez, de 11 años, cuyo padre está entre los arrestados por el Servicio de Inmigración y Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés), suplica, con la voz cortada por el llanto, al gobierno que muestre que tiene corazón y deje a su progenitor en libertad, pues considera que no es un criminal para que lo priven de ella.
Así lo registra un videoreportaje del canal WJTV, donde se relata que, tras la detención de 680 migrantes en el estado sureños de Mississippi, vecinos han tenido que hacerse cargo de los niños o llevarlos a un gimnasio comunitario en Forest, a 80 kilómetros al este de la capital, Jackson.
Jordan Barnes, el dueño del gimnasio Clear Creek Boot Camp, puso a disposición su local para recibir a decenas de infantes, y los vecinos de aquel sitio se dispusieron a llevarles comida y juguetes, además de proveerles camas.
Por otra parte, la secretaria de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, mencionó que los niños alojados en los centros de detención reciben “buen trato”. Declaró también que es responsabilidad del Congreso cambiar las leyes para que no haya separaciones familiares.
Nancy Pelosi, líder de los demócratas en la Cámara de Representantes, manifestó que la separación de familias es un tema desgarrador y bárbaro, que puede ser resuelto en un instante por el presidente de Estados Unidos Donald Trump, que es algo que debe cambiar inmediatamente.
