PrimerPlano-LoQueDicenLasColumnasDe-Puebla

Jesús Zaldívar, a la dirigencia del PAN capitalino

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, indica que en su afán de posponer lo que irremediablemente tendrá que ocurrir en 2021, los cuatro panistas que seguramente buscarán obtener la nominación del PAN a la presidencia municipal de Puebla, han decidido apoyar la candidatura de Jesús Salvador Zaldívar Benavides para la dirigencia del Comité Directivo Municipal en la capital del estado.

Me refiero al actual dirigente del PAN en la capital, Pablo Rodríguez Regordosa, a los ex diputados locales Jorge Aguilar Chedraui y Mario Riestra Piña, y al ex presidente municipal de Puebla, Eduardo Rivera Pérez.

Éste último decidió sumarse a la candidatura de Jesús Zaldívar, a cambio de que Guadalupe Arrubarrena García, ex regidora plenamente identificada con su grupo, fuera como secretaria general en la planilla de aquél.

La negociación de Eduardo Rivera no fue del agrado de varios de sus seguidores, que hubieran preferido que éste se decantara por quien fue su secretario de Gobernación en el ayuntamiento de Puebla, Eduardo Alcántara Montiel.

Y es que en el pasado reciente Jesús Salvador Zaldívar fue uno de los críticos del ex presidente municipal capitalino cuando el Congreso del estado, vía la Comisión Inspectora de la Auditoría Superior del Estado, intentó inhabilitarlo por supuestas anomalías y gastos no justificados de sus cuentas públicas.

Aquí la columna completa

El cabalístico gobernador 13 en 60 años

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, señala con la toma de protesta a Luis Miguel Barbosa Huerta, el estado de Puebla inicia una nueva etapa con un modelo de gobierno del que esperamos, por el bien de los poblanos, que sea bueno y que no quede a deber como ha ocurrido en los últimos años, donde la ambición desmedida del poder hizo que todo se centralizara en torno a la figura del ejecutivo.

Por supuesto que, principalmente, nos referimos a los seis años de Rafael Moreno Valle, quien incumplió los acuerdos políticos, persiguió ferozmente a sus enemigos y pisoteó a sus propios amigos. El Señor de los Cerros fue un personaje que acaparó el poder y fue incapaz de aceptar que tenía que delegar responsabilidades y funciones.

Hoy será la primera vez en la historia del estado, que Puebla tendrá un gobernador emanado de un partido de izquierda y será el número 20 en 60 años de los cuales siete fueron interinos; así, Luis Miguel Barbosa será el cuarto titular del ejecutivo que no es emanado del PRI, aunque en sus inicios dentro de la política haya militado en el tricolor.

Este tipo de eventos nos permite recordar un poco de historia, así como ver datos interesantes y curiosos. Por ejemplo, a quien le guste jugar con las cábalas, les diré que Barbosa Huerta es el gobernador constitucional número 13 en 60 años, hablando a partir de los tiempos de Fausto M. Ortega.

Habrá que ver si el 13 es de buena suerte y lleva todas consigo, o las acciones de la presidenta municipal y Andrés Manuel le arrastran el mal fario. que

Aquí la columna completa

3 momentos emblemáticos entre AMLO y Barbosa

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, indica que hoy culmina el proyecto que desde hace 5 años, se trazó Luis Miguel Barbosa Huerta para convertirse en el primer gobernador de izquierda en Puebla. Una parte esencial para concretar esa aspiración es el acompañamiento, el respaldo y el entendimiento mutuo que hubo entre el político morenista y Andrés Manuel López Obrador, mediante una relación que se afianzó en 2017, y en los dos últimos años se mantuvo intacta.

¿Por qué Luis Miguel Barbosa Huerta fue dos veces candidato de Morena a la gubernatura? La respuesta la ha dado el propio Luis Miguel Huerta: desde el año 2016, Andrés Manuel López Obrador había detectado que un riesgo en su camino a la presidencia de la República se llamaba Rafael Moreno Valle Rosas, un político con un enorme poder corruptor y de sometimiento de partidos, gobiernos, medios de comunicación y de líderes sociales.

Por esa razón buscó un perfil de un político que tuviera el tesón de enfrentar la poderosa maquinaria electoral y de corrupción de Rafael Moreno Valle Rosas en la lucha por la gubernatura de Puebla.

Barbosa había sido un importante operador político–electoral del PRD, en la época en que López Obrador fue dirigente nacional de ese partido y llevó a la izquierda a un alto nivel de competencia por los cargos de elección popular. Luego hubo un alejamiento entre ambos. Tomaron rumbos distintos. Y hace dos años se restituyó la relación.

Estos son tres momentos emblemáticos que definen en mucho la relación entre Barbosa y López Obrador:

Aquí la columna completa

Menos 4T, más sociedad

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, señala que el día del arranque de la 4ta. transformación en Puebla llegó y nadie lo puede evitar.

Periodistas y analistas sostienen que será el gobernador Luis Miguel Barbosa, quien reescriba la historia de Puebla.

Mucha responsabilidad para un sexenio de 5 años.

Fue el ganador de la elección y lanzará su cruzada hacia los excesos, yerros y corruptelas del morenovallismo.

El tema no es reescribir la historia, sino saber con quiénes lo hará. Cómo ejecutará la transformación, cuánto costará a Puebla su apuesta.

Aquí la columna completa

Nuevo régimen y expectativas ciudadanas

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, indica que hoy se inaugura una nueva forma de hacer política en Puebla.

Otros liderazgos, diferentes maneras, distintos usos y costumbres.

Este radical cambio responde a la voluntad mayoritaria de los poblanos, que repudiaron un modelo que quedó atrás y que en su momento pretendió eternizarse en la cumbre del poder local.

Por lo mismo, semejante transformación, que tendrá que abarcar desde el estilo personal de gobernar, hasta las prioridades en el ejercicio de la actividad pública, por su potencial trascendencia, viene acompañado de enormes expectativas.

La esperanza de que, efectivamente, la próxima administración estatal cumpla con lo prometido en campaña y sea capaz de atender aquellos rezagos importantes heredados por los que ya no están, hace que las exigencias sean mayores y la paciencia mucho menor.

Aquí la columna completa

Por el bien de Puebla, que le vaya bien a Barbosa

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, señala que con la responsabilidad sobre sus hombros de ser el primer gobernador de izquierda en la Puebla del siglo XXI, Luis Miguel Barbosa lleva prisa por cambiar al estado y sumar al proyecto de la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador.

Tanta prisa lleva que no tomó un solo día de vacaciones desde su victoria, con lo que encadenó mañanas, tardes y noches de trabajo desde la campaña electoral y desde los aciagos días de 2018. Resistencia, resiliencia, son los conceptos que lo definen.

Tanto ímpetu trae que en dos meses ya consumió a dos titulares de infraestructura, uno de salud, otra de seguridad pública, todos secretarios nonatos, y también varios colaboradores de menor rango integrantes de su equipo, aún antes de tomar protesta como gobernador constitucional.

Como parte de la Cuarta Transformación, asume la tarea de combatir la corrupción que le heredaron a Puebla los gobiernos del PRIAN.

Este día, Miguel Barbosa Huerta corona la larga andadura que comenzó cuando en los lejanos años noventa del siglo pasado, siendo abogado litigante en Tehuacán, la curiosidad lo llevó a la autopista Puebla-Veracruz para conocer al líder social Andrés Manuel López Obrador, a quien llevó naranjas y comida. El tabasqueño encabezaba el éxodo por la Democracia tras el fraude que sufrió en la elección contra Roberto Madrazo.

Aquí la columna completa

Los Gobernadores: el que se Va, el que Llega

Mario Alberto Mejía en su columna La Quinta Columna, publicada en 24 Horas Puebla, indica que cuando don Guillermo Pacheco Pulido llegó a la gubernatura interina, el estado de Puebla vivía una polarización brutal.

Los más recientes acontecimientos —la elección 2018, el conflicto postelectoral, la muerte de la gobernadora y el senador— habían creado incertidumbre y malestar.

En otras palabras: el mal humor social se vino a vivir a Puebla.

En ese clima de crispación llegó don Guillermo.

Poco a poco las cosas empezaron a cambiar.

Aquí la columna completa