Un grupo de jóvenes de la Liga Estudiantil que no pasaron el examen de la BUAP iniciaron este jueves una huelga de hambre para exigir lugares en la institución, pues acusaron que pudieron abrirse con los 400 millones de pesos que supuestamente se desviaron.
En entrevista con este medio, uno de los afectados pidió al rector de la universidad pública, Alfonso Esparza Ortiz, que invierta el dinero de los impuestos ciudadanos en educación, ya que “es preocupante que se niegue a ampliar la matrícula con el pretexto que no tiene fondos, cuando sabemos que se están desviando a Lobos y que finalmente caerán en los bolsillos de su hija y de él”.
Acusó que alrededor de 50 personas llevan siete días realizando un plantón, tiempo durante el cual la Rectoría de la BUAP no ha contestado sus llamados para abrir una mesa de diálogo, por lo que el director de Desarrollo Político de la Secretaría de Gobernación municipal (Segom), Saúl Papaqui Hernández, se comprometió a mediar para conseguirla, pero siguen sin obtener una respuesta.
Incluso, aseveró que el funcionario fue testigo de que Rodolfo Zepeda Memije, coordinador de Asuntos Estudiantiles, dijo: “no me interesa, no quiero hablar con ellos”, quien además sería el responsable de enviar “porros” para vigilarlos por las madrugadas y reprimir su movimiento, como les sucedió el 8 de febrero de 2015, cuando los mandaron a golpear.
Ante esta situación, decidieron tomar acciones más fuertes, por lo que tres compañeras realizarán una huelga de hambre indefinida, pues ellas cuentan con un estado de salud que les permite hacerlo, aunque estarán cuidando que estén en constante reposo e hidratadas para evitar que se enfermen.
Destacó que están pidiendo una oportunidad para 130 jóvenes que fueron rechazados el año pasado y este 2019, pero “no queremos promesas ni papeles firmados, queremos acciones, que amplíen la matrícula”.
