El pasado viernes, la activista Zenaida Pulido Lombera fue acribillada mientras conducía su vehículo en compañía de su esposo, en el tramo costero La Huahua-Pichinlinguillo, en Michoacán, luego de recibir amenazas y descubrir una fosa clandestina.
Primeras fuentes indicaron que la defensora de derechos humanos, de 43 años, circulaba en su vehículo junto a su cónyuge, cuando un comando los acribilló, quedando el marido gravemente herido.
Pulido Lombera coordinó la quinta caravana de búsqueda de personas desaparecidas en el municipio de Aquila, del estado ya mencionado, luego de haber denunciado, hace dos meses, dichos sucesos.
La organización no gubernamental Familiares Caminando por Justicia aseguró que la defensora tenía un hermano desaparecido, y que fue asesinada luego de reportar una serie de amenazas que recibió por ayudar a víctimas de familiares desaparecidos.
De acuerdo a dicho grupo, el pasado 8 de mayo, mientras seguían la caravana de búsqueda dentro de la localidad de Tizupan, del municipio de Aquila, Michoacán, descubrieron una fosa clandestina en la que había aproximadamente 43 restos de huesos humanos, ropa y casquillos de rifle AK-47.
Mercedes Ruíz Gonzales, integrante de la organización, aseguró que Pulido Lombera siempre los acompañaba en los recorridos.
“Zenaida nos acompañaba. Encabezaba un grupo de personas que por primera vez denunciaban la desaparición de familiares”, declaró en entrevista.
Por su parte, comuneros de Aquila han denunciado que el crimen organizado retornó desde hace meses a esta región.
Más de 30 ONG’s reprocharon el papel del gobierno con respecto a las desapariciones, pues aseguran que los familiares son quienes han asumido el papel de las autoridades.
Familiares de la activista trasladaron su cadáver a su vivienda, localizada en la comunidad náhuatl de Pichilinguillo, donde tenía un pequeño restaurante junto a su hermana.
Fuente: La Jornada / Vanguardia
Editado por: Bryan Rivera González