El nuevo Plan de Negocios de Petróleos Mexicanos (Pemex), de 2018 a 2023, prioriza aumentar su producción de crudo, ahora a través de Contratos de Servicios Integrales de Exploración y Extracción (Csiee) con las iniciativa privada, sin más rondas petroleras ni farmounts.
La meta de la nueva administración es remontar la caída en la producción de crudo de los últimos 14 años y alcanzar una meta de 2 millones 697 mil barriles diarios para el fin del sexenio, a fin de tener “más recursos para invertir en toda la cadena de valor (exploración, extracción, refinación, importación, exportación, comercialización” y generar ganancias en beneficio del erario.
Así lo explicó este viernes, al exponer el documento en la conferencia de prensa presidencial, Octavio Romero Oropeza, director de Pemex, quien señaló que la petrolera del Estado Mexicano arrastra tres problemas históricos: baja inversión, elevación de la deuda y su carga de impuestos.
Para aumentar la inversión, refirió que el plan de negocios establece que, en el área de exploración, se intensificará la actividad en áreas terrestres y aguas someras, se reducirán los tiempos entre el descubrimiento y la primera producción de nuevos campos, y se fortalecerá el portafolio exploratorio para el mediano y largo plazo.
En cuanto al incremento de la producción de aceite y gas, contempla en acelerar el desarrollo de los nuevos yacimientos descubiertos, incrementar la actividad de desarrollo en campos de explotación, con pozos nuevos y reparaciones mayores.
Y en campos maduros tiene considerado aumentar la actividad de mantenimiento a la producción base, así como la implementación de procesos de recuperación secundaria y mejorada.
Todos estos proyectos se prevén realizar a través de los Csiee, que implican inversión privada al cien por ciento y tarifas de remuneración en dólares por unidades de hidrocarburos producidas, calculadas con base la actividad y riegos d operación.
Estos contratos tienen una duración de 15 a 20 años y con ellos Pemex mantiene la titularidad de la asignación. Además, a diferencia de las rondas petroleras y los farmouts, los privados no tienen derecho a explorar, producir ni vender el petróleo que extraigan en México en el extranjero, pero tampoco compartirán sus ganancias.