Para que un sistema de bicicletas públicas como el que se tiene en la capital poblana (Urban Bici) funcione debe haber apoyo del gobierno, además de garantizarse seguridad, una correcta cultura ciclista y un servicio eficiente por parte de la empresa.
Así lo consideró, en entrevista tras participar en la ponencia “El futuro próximo de la Movilidad Urbana” como parte del tercer día del Smart City Expo Latam Congress, Andrés Omaña, de Clear Channel México, quien agregó que ningún sistema de bicicletas públicas puede funcionar sin la coordinación de las autoridades.
Y es que, dijo, es necesario alinearse tanto con la empresa –Cycloshare— como con las dependencias que tengan injerencia con este tipo de transporte como son seguridad pública, Secretaría de Salud, de infraestructura e incluso bomberos.
Refirió que no solo se trata de montar un sistema, sino tener la disponibilidad de bicicletas cuando las personas quieran hacer uso de ellas, además de entrenar a los operadores de transporte público para convivir con quienes utilizan este medio para trasladarse.
Mencionó que el que tenga poca demanda se debe a varios factores, como son las pocas ciclovías, carencia de cultura vial, la mala calidad que tenga, la atención de usuario, el nivel de servicio y que la gente no se siente segura cuando usa este transporte.
Al cuestionarlo sobre si el que esté operado por un particular ha generado la poca participación de las personas, respondió que hay experiencias en varias ciudades del mundo donde los sistemas están a cargo de compañías privadas y otros casos por el gobierno con buenos resultados.
Servicio al usuario cuenta mucho
Sin embargo, precisó que cuando es una empresa la que tiene a su cargo el servicio hay un desarrollo tecnológico de forma permanente, ya que permite implementar acciones de otros países que se han ido desarrollando y a su vez compartirlas con las autoridades.
El especialista reconoció que toda empresa debe cumplir con los parámetros establecidos en el contrato, ya que de no hacerlo el gobierno, en este caso el ayuntamiento de Puebla, está en su derecho de decidir si se revoca o no la concesión.
“Hay muchos parámetros, no solamente uno es el detonante para ver si se le quita o no, hay casos exitosos de uno y otro lado, pero todo al final queda a la decisión de la autoridad municipal o el estado de qué sistema va a tomar, uno público o uno privado”, concluyó Andrés Omaña.
Cabe mencionar que la segunda de Urban Bici etapa tenía que haber iniciado desde junio de 2017, pero hasta el momento solo hay instaladas 71 estaciones, de las 138 que se acordaron cuando Cycloshare recibió el título de concesión, desde marzo de 2015.
Lo anterior quiere decir que, de la primera etapa, están colocadas las 69 que correspondían, mientras que de la segunda apenas van dos de las 69 que se acordaron, lo cual representa sólo el 2 por ciento del total y el resto no se sabe para cuándo será instalado.
