La periodista Lydia Cacho Ribeiro señaló a Ricardo Velázquez Cruz, próximo consejero jurídico de Miguel Barbosa Huerta, por facilitar corrupción en su contra en su caso de tortura y alertó que liberarán a José Montaño Quiróz, comandante que amenazó con matarla.
“La historia incómoda que no quieren contar” se titula la entrada de blog de este 1 de julio en el que la mexicana hace un recuento de su proceso, desde 2005 cuando publicó su libro “Los Demonios del Edén: el poder detrás de la pornografía infantil” en el que evidenció una red de explotación sexual comercial de niñas solapada por autoridades, hasta su estadía en España, donde actualmente está por su protección.
En el libro, recordó, expuso los nombres de los implicados, desde Emilio Gamboa Patrón, hasta el empresario Kamel Nacif Borge, quien demandó a la periodista por difamación y calumnias.
El único prisionero –agregó– es el violador y vendedor de niñas Jean Succar Kuri, sentenciado a 112 años y, hace un mes, durante la 4T (haciendo referencia a la presidencia de Andrés Manuel López Obrador) una red de corrupción al interior del Poder Judicial de la Federación lo sacó del penal de alta seguridad de La Palma, para llevarlo a la cárcel municipal de Cancún, donde ya pide preliberación por edad y salud, a pesar de que el delito de trata de niñas no admite ese privilegio.
Tras la publicación del libro, Cacho Ribeiro fue detenida en diciembre de 2005 por la policía judicial poblana en la ciudad de Cancún y llevada vía terrestre a lo largo de mil 500 kilómetros hasta la Angelópolis, trayecto en el que acusó que fue torturada y por lo que demandó al entonces gobernador de Puebla, Mario Marín Torres, quien tiene una orden de aprehensión junto con Adolfo Karam Beltrán, exdirector de la Policía Judicial (en la administración de Marín Torres); Juan Sánchez Moreno, excomandante, y Nacif Borge.
Como responsables de los delitos de trata de niñas señaló también a jueces y magistradas de la Federación coludidos con los de Puebla, Estado de México y Quintana Roo.
Marín mandó a robar computadora
Cacho Ribeiro afirmó que eso sucedió durante todo el sexenio de Felipe Calderón, bajo amenazas de muerte y, evadiendo a personas financiadas por la red para desacreditarme.
Acusó que dentro de la Fiscalía General de la República (FGR) “rasuraron” su expediente y Marín Torres, acusó, mandó a robar una computadora con evidencia a las oficinas de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH).
De pronto, acotó, el expediente de delincuencia organizada se fue minimizando, llevándolo hacia abuso sexual de menores y tortura en mi contra, eliminando el lavado de dinero y la trata de niñas.
El entonces titular de la PGR, Eduardo Medina Mora, acusó, le dijo en sus oficinas que al líder Succar Kuri sí lo iban a juzgar, pero al exmandatario de Puebla, Nacif Borge y Miguel Ángeles Yunes Linares (señalado como cercano del empresario) no, porque “estaba complicado”.
De esto también acusó a la exfiscal Sara Irene Herrerías y entonces procuradora de Províctimas; Olga Sánchez Cordero, ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que en 2019, como titular de la Secretaría de Gobernación (Segob) tuvo que reconocer la tortura ante la ONU.
Así como a Velázquez Cruz (a quien Barbosa Huerta tendrá en su gabinete) operador de Marín Torres para facilitar la corrupción de la jueza en mi contra y defensor encubierto de Nacif Borge.
En Puebla, alertan a Marín para no detenerlo
Señaló que hay un grupo de delincuencia organizada, vinculado con políticos y jueces al interior de los gobiernos de Quintana Roo, Puebla y gobierno federal, que actúa como red para proteger a Marín Torres, por lo que no pueden detenerlo desde el 14 de abril.
La periodista asegura que próximamente liberarán al comandante Montaño Quiróz, policía poblano sentenciado por torturarla y quien le advirtió cuando la torturó: si me acusa y voy a la cárcel, la voy y a descuartizar, aunque sea lo último que haga, mientras que Succar Kuri prometió asesinarla.
Finalmente, sostuvo que su hogar está en Quintana Roo, donde mensualmente incrementan las desapariciones de mujeres y niñas; en tanto, escribe dicho texto desde España, donde sus amistades la protegen por un tiempo antes de regresar a México.
