A través del proyecto Zoe-A living, 15 alumnos del Tecnológico de Monterrey campus Puebla sembrarán y preservarán diferentes especies de coral en Cozumel, Quintana Roo, con el objetivo de contribuir a la proliferación de este entorno marino.
La actividad se llevará a cabo en formato de servicio social que propuso la estudiante de quinto semestre de la licenciatura en Administración de Empresas, Miranda Ríos González, para lo cual tomarán un curso de 5 días que incluirá pláticas y limpieza de basura de la isla de Cozumel.
Ríos González explicó que hay quienes piensan que los arrecifes son algas marinas o “piedritas”, pero en realidad son animales con esqueleto calcáreo que forman colonias que se convierten en “barreras naturales” para proteger a las playas de marejadas, tormentas y huracanes, además de evitar la erosión en la tierra y dar refugio a diferentes especies, desde microorganismos hasta tiburones.
Indicó que primero deben diferenciar el coral que se puede sembrar, bucear sin tocar el fondo para recolectar pedacitos que por diversos factores no están en su lugar y colocarlos en una escultura denominada “Zoe”, una bioroca que combina arte y química y sumada a la electricidad natural del mar, favorece el crecimiento, pero esta técnica no puede aplicarse en cualquier piedra.
Hace 3 años Colleen Flanigan, escultora y estudiante de la Universidad de California (UCLA), creó dicha efigie, que recibió el nombre de una ambientalista fallecida, que por logística fue llevada a Cozumel por la empresa Sand Dollar Sports, la cual facilita la energía eléctrica para el funcionamiento de la escultura, la cámara y el streaming, a fin de que la gente observe el funcionamiento al interior del mar.
Otra de las actividades que realizará el grupo de estudiantes será la de recolectar basura de la mano con la Fundación Hazlo Hoy, dedicada a crear una cultura de reciclaje al recuperar plástico y empaque que tardan cientos de años en biodegradarse.
La actividad, a realizarse del 10 al 14 de julio, puede seguirse en vivo a través de la página livingseasculpture.com que cuenta con una cámara submarina.
Editado por Diana Lizeth Pérez Morales