Enrique Cárdenas: simulación y verdades a medias
Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que el ex candidato del PAN, PRD y MC a la gubernatura de Puebla tiene razón en afirmar que su campaña sufrió fuego amigo, debido a que varios de los dirigentes y militantes de estos partidos apoyaron a Miguel Barbosa y no a él, y en criticar la simulación que se dio durante el proceso de acreditación de representantes generales y de casilla.
Sin embargo se equivoca rotundamente cuando asegura que los partidos no le permitieron a él ni a Sumamos —la organización que encabeza quien fuera su coordinador general de campaña, Gabriel Hinojosa Rivero— nombrar representantes.
Dicha acusación es una mentira monumental, comenzando porque Sumamos sólo pudo conseguir 70 representantes de los 200 que ofreció para un universo de 7 mil 671 casillas en toda la entidad.
Es decir, Gabriel Hinojosa y Sumamos no fueron capaces de acreditar siquiera al 1% de representantes que se requerían para cuidar la totalidad de las casillas que se instalaron en las elecciones extraordinarias del 2 de junio.
Para corroborarlo Enrique Cárdenas no tendría más que revisar los registros y reportes del Instituto Nacional Electoral (INE) o pedirle a su coordinador general de campaña la minuta de la sesión del 14 de mayo de los comités de tierra, y de evaluación y seguimiento.
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¿Qué no es para tanto traición a Barbosa?
La columna De boca e boca, publicada en Ángulo 7, indica que : No es para tanto, dirán algunos que antes de la campaña estuvieron en contra del ahora próximo gobernador Miguel Barbosa Huerta y lo descalificaron, pero después se tuvieron que sumar porque no les quedaba de otra, ahora esperando ser contemplados entre ellos diputados locales, ediles y otros regidores, específicamente del ayuntamiento de Puebla; sin embargo se van a tener que quedar con las ganas y concluir sus respectivos cargos, porque no van a ser incluidos en la cuarta transformación que la administración estatal replicará de Andrés Manuel López Obrador.
Y no se trata de una venganza del nuevo mandatario, sino de tener a los mejores perfiles en las distintas secretarías, sin importar su pasado partidista, excluyendo al PAN, para dar resultados en los cinco años y cuatro meses que tendrá de gestión a partir de agosto próximo, lo cual ayude a fortalecer la marca Morena de cara a la elección intermedia de 2021 para renovar las 217 alcaldías y el Congreso local.
Los que crean que por salir en la foto durante la campaña significa tener un lugar asegurado en el gobierno de Barbosa Huerta están muy equivocados, pues minimizar las deslealtades que tuvieron hacia él, tiene un costo político.
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No habrá persecución, pero tampoco impunidad; el mensaje desde el barbosismo
Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada, publicada en El Sol de Puebla, señala que irregularidades en la asignación de obra pública, en la entrega de espacios para anuncios espectaculares y en la contratación de deuda, que fue disfrazada de Proyectos de Prestación de Servicios (PPS), integran el contenido de un enorme expediente de observaciones que la contraloría estatal, a cargo de Karen Berlanga Valdés, elaboró alrededor de ese pasaje gubernamental llamado morenovallismo.
Que Guillermo Pacheco Pulido optara por la pacificación del clima político en el estado, necesario para ir a unos comicios tranquilos, sin cuestionamientos, que condujeran a una transición de gobernador tersa y legitimada, no significa que el mandatario interino y sus colaboradores hayan encontrado una administración libre de fechorías, abusos e ilegalidades.
Las circunstancias históricas en que llegó Pacheco Pulido al gobierno del estado lo obligaron a callar acerca de la montaña de hechos irregulares que hallaron sus secretarios en algunas de las dependencias públicas.
Acusar a los ex colaboradores del fallecido Rafael Moreno Valle habría generado un ambiente político distinto al que tenía que construir.
En vez de lograr la conciliación de los actores políticos, que estaban a punto de entrar en una nueva contienda electoral, habría incrementado la confrontación, además de que habría sido acusado de pretender perjudicar, con sus señalamientos, a los partidos que en el pasado le sirvieron a Moreno Valle y sus aliados, como el PAN, el PRD y Movimiento Ciudadano.
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Barbosa y su gabinete 9 X 9
Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que el próximo gabinete de Puebla será totalmente paritario. De las 18 carteras principales, nueve serán para mujeres y otro tanto igual para hombres. La decisión del próximo gobernador, Miguel Barbosa, resulta acorde a los nuevos tiempos políticos y eso hay que acentuarlo y reconocerlo.
Anoche, en Destrozando la Noticia adelanté el género de los futuros titulares del gabinete de Miguel Barbosa; también le conté que habrá una reingeniería en la administración estatal que entre otras cosas, busca hacer más operativo y eficiente al próximo gobierno.
Este jueves 13 de junio, después de que el Instituto Nacional Electoral (INE) le entregue a Barbosa su Constancia de Mayoría, el gobernador electo hará el anuncio y dará los nombres de los hombres y mujeres que lo acompañarán en la corta etapa de transición. Seguramente, algunos de los seleccionados en este primer equipo, serán quienes se incorporarán al futuro gabinete, mismo que será oficializado en la víspera de su toma de posesión.
Le adelanto que salvo algunos ajustes de último momento, en el gabinete oficial, las nueve dependencias que estarán a cargo de las mujeres serán: Administración y Finanzas; Cultura; Turismo; Contraloría; Ecología; Consejería Jurídica; Comunicación Social, Secretaría de la Mujer; y del Bienestar –antes Desarrollo Social-.
En tanto los hombres serán los responsables de dar resultados en: Secretaría de Gobernación -hoy General de Gobierno-; Ingresos y Egresos; Seguridad Pública; Salud; Educación; Transporte; Desarrollo Económico; Desarrollo Rural; e Infraestructura.
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Cárdenas elige el camino de la victimización y no de la autocrítica para explicar su derrota
Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que Enrique Cárdenas Sánchez ha decidido seguir en la brega política, para lo cual se ha propuesto fortalecer la plataforma ciudadana de Sumamos y buscar que miembros de esa agrupación contiendan por cargos de elección popular dentro de tres años. El problema de esa decisión y esa actitud es que ha elegido el camino errado de la victimización y no de la autocrítica, que debería ser la senda a seguir para no repetir los errores que lo llevaron a fracasar en su primer intento por ganar la gubernatura de Puebla.
Cárdenas al hacer ayer –ante los miembros de Sumamos– un balance del reciente proceso electoral, enumeró una larga lista de factores que evitaron su victoria electoral, los cuales van desde denunciar “fuego amigo” de los partidos políticos que lo postularon, hasta acusar a la prensa, a los gobiernos estatal y federal, así como a la propia ciudadanía, de haberse confabulado para evitar el avance de su candidatura.
Dicho de otra manera, la visión del ex rector de la Universidad de las Américas es que en los recientes comicios la lucha fue de él solo contra el resto del mundo.
En realidad Enrique Cárdenas, junto con las organizaciones sociales que lo apoyaron y los partidos que lo nominaron, nunca construyeron un proyecto sólido, cohesionado y con el suficiente potencial político–electoral para poder competir contra Morena, sus aliados y Luis Miguel Barbosa Huerta, el aspirante ganador de la contienda.
Frente a ese resultado, Cárdenas tendría que utiliza la última contienda como un modelo experimental para construir un proyecto a mediano plazo, que es la contienda intermedia de 2021, para regresar a la disputa política. En lugar de ello, opta por la vía de decir que todo fue un complot en su contra y no reconocer errores, lo que le resta un valor que siempre defendió: el de la transparencia.
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La bancada de los apestados
Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que una nueva fracción parlamentaria nació en este inédito periodo político en el Congreso del Estado: la bancada de los apestados.
Sí, personajes con un pasado y presente salpicados de traiciones y protagonismo en unos; y misoginia, en otros.
A Marcelo García Almaguer, Hugo Alejo Domínguez y María del Carmen Saavedra no los quieren en el PAN, después de renunciar al partido que les dio la posición.
Tampoco a José Juan Espinosa, del PT; y Héctor Alonso de Morena, les dieron más cabida en la alianza Juntos Haremos Historia, luego de su posición machista contra las mujeres.
A Jonathan Collantes, del Partido Nueva Alianza, integrado a la bancada independiente, lo persigue un negro historial de corrupción y agresiones de género.
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Por la seguridad seréis juzgados
Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que la percepción ciudadana en materia de seguridad pública, es hoy el elemento principal por medio del cual se evalúan a los gobiernos.
Para muchos, sobre todo para quienes ejercen alguna responsabilidad en el ejercicio público, lo anterior puede ser considerado como injusto.
Seguramente apelan a que hay otros asuntos de importancia como la operación de programas para la superación de la pobreza, atender las necesidades en materia de servicios públicos y desarrollar ambiciosos proyectos para la generación de obra pública e infraestructura urbana.
Los ciudadanos opinamos diferente.
Encuestas y otros ejercicios de medición de la opinión pública, concluyen de manera contundente que el tema de la seguridad es, por mucho, la principal preocupación del gobernado.
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El gabinete de Barbosa, un guiso a fuego lento
Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, indica que culminada la batalla electoral, el único interés de la clase política poblana es el baile de las sillas del gabinete barbosista.
Es decir, los hombres y mujeres que acompañarán a Luis Miguel Barbosa en su tarea de gobernar Puebla y llevar a cabo la 4T. Aunque las especulaciones ya tienen un nombre aquí y otro allá, el que ya dijeron que “seguro se queda” y el que también “seguro llega”, la verdad es que la designación de los hombres y mujeres del gabinete será un proceso largo que se extenderá casi al límite del 1 de agosto.
¿Por qué? Porque a diferencia de todos los gabinetes que hemos conocido, por lo menos desde Melquíades Morales Flores, pasando por Mario Marín, Moreno Valle, Tony Gali, el brevísimo de Martha Erika Alonso, y el actual de Pacheco Pulido, el gobierno de Barbosa no estará marcado por el sello del amiguismo, sino de los compromisos de campaña.
¿Cuáles fueron esos compromisos?
1.- Funcionarios identificados con la 4T. A diferencia del gabinete de Pacho Pulido, que lo mismo incorporó de ‘dulce, de chile y de manteca’, Barbosa se comprometió a gobernar con personajes identificados con el movimiento de la Cuarta Transformación, es decir, militantes de Morena o de alguno de los partidos de Juntos Haremos Historia, PT, PES o PVEM. Eso excluye a los identificados con el PRI, con el PAN, o con Moreno Valle.