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Atipicidades electorales o pistas para mal pensados

Rodolfo Ruiz en su columna La Corte de los Milagros, publicada en E-consulta, señala que aunque el Programa de Resultados Electorales Preliminares (PREP) del Instituto Nacional Electoral (INE) no presenta la información capturada de las actas de escrutinio por municipios o distritos electorales, al hacerlo uno puede llegar a conclusiones reveladoras.

Por ejemplo: que de los 217 municipios de la entidad, Morena y sus aliados habrían ganado más o menos 173 ó 175 municipios, el PRI entre 28 y 30, y el PAN unos 12 pero los más importantes y que concentran la mayor población con excepción de Tehuacán y San Martín Texmelucan.

También que el abstencionismo no fue un fenómeno generalizado, ya que hubo municipios donde la tasa de participación fue del 50% o más, pese a que no tuvieron elecciones extraordinarias de presidente municipal.

Que varios de estos municipios como Acteopan, Camocuatla, Coatepec, Coyomeapan, Jonotla, Naupan, Olintla, San Diego La Mesa Tochimiltzingo, San Felipe Tepatlán, San Juan Atzompa, Santa Catarina Tlaltempan, Santa Inés Ahuatempan, Tlaola, Tlapacoya, Totoltepec de Guerrero, Venustiano Carranza, Xicotlán y Zoquipan, se ubican en distritos rurales en los que Miguel Barbosa aventajó ampliamente a sus contendientes Enrique Cárdenas Sánchez y Alberto Jiménez Merino.

Mientras la participación electoral promedio en el estado fue de 33.4%, en algunos municipios de los distritos locales de Xicotepec, Huauchinango, Zacatlán, Zacapoaxtla, Tlatlauquitepec, Teziutlán, Izúcar, Acatlán y Ajalpan, ésta se ubicó arriba de los 40 puntos.

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El avestruz que vive en el Congreso

Enrique Núñez en su columna Contracara, publicada en Intolerancia Diario, indica que los excesos de Héctor Alonso lo llevaron a ser el legislador “apestado” con quien nadie quiere hablar y menos tomarse la foto, excepto las damas de la vela perpetua que hasta una selfie quieren con él.

Ayer, después de sus bravuconerías de la semana anterior y de sus declaraciones vomitivas, fue incapaz de dar la cara para enfrentar la destitución como vicepresidente de la Mesa Directiva y su expulsión de la bancada de Morena. Digamos que terminó como auténtico avestruz.

Mientras tanto, cuando menos José Juan Espinosa fue congruente a su estilo y sabiéndose perdedor, enfrentó el procedimiento de destitución leyendo una renuncia que no le fue validada.

Así, mientras el JJ salía con su estilo retador en medio del salón de pleno, Alonso Granados según muchos testigos, espiaba amedrentado los hechos, desde una de las salas adjuntas y buscando evadir a todos.

Algunos se preguntaron por qué Héctor Alonso Granados había sido propuesto por Morena como candidato a diputado local, la respuesta es que gracias al suegro que manejaba la CTM, todavía pudo ser apadrinado por la maestra Elba Esther, la misma que lo llevó a Nueva Alianza para que fuera diputado local.

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Nuevo dirigente del SNTSS no reunía los requisitos para ser candidato

Fermín Alejandro García en su columna Cuitlatlán, publicada en La Jornada de Oriente, señala que no solo deparó sorpresas la elección de gobernador del estado de Puebla, sino también la de Sergio Herrera Vázquez como nuevo secretario general de la sección 1 del Sindicato Nacional de Trabajadores del Seguro Social (SNTSS). Nadie duda que ganó la mayoría de los votos que se disputaron entre el lunes y martes de esta semana, pero lo que llama la atención es que era el candidato más débil de la contienda y no reunía los requisitos legales para ser aspirante al cargo que se disputó.

Sergio Herrera Vázquez es un abogado que se destaca por ser un sindicalista sin ninguna experiencia y sin carácter de mando.

La fuerza que le permitió ganar 166 de los 200 delegados que participaron ayer en el 44 Congreso Seccional Ordinario del SNTSS es que atrás de su candidatura hubo tres figuras claves, que tienen oscuros antecedentes en la vida política del sindicato.

Uno de ellos es Sergio Momox, un importante activista del SNTSS, que no pudo participar como candidato a secretario general por encontrarse suspendido en sus derechos sindicales al enfrentar acusaciones de venta de plazas en el Seguro Social.

Los otros dos son Ramón García y Miriam García, quienes fueron parte del penúltimo comité seccional del SNTSS en Puebla, en un periodo en que se desató una persecución contra los trabajadores que eran críticos de la dirigencia. Como consecuencia de esa política represiva, se suspendieron de sus derechos gremiales a unos 400 sindicalistas.

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Operación fuga

Alejandro Mondragón en su columna Al Portador, publicada en Status Puebla, indica que los plazos se han cumplido y llegó, ahora, la operación fuga para la nomenclatura morenovallista, integrada por sus principales operadores, líderes panistas y empresarios beneficiarios de la bonanza de más de un sexenio.

No habrá que esperar la llegada del nuevo gobernador, Luis Miguel Barbosa, para comenzar a vislumbrar lo que se viene.

Todo, porque ya se dispone de expedientes, auditorías forenses y, sobre todo, el visto bueno para exhibir cada una de las corruptelas que cometieron y los llevaron a enriquecerse.

Ya se sabe qué hay detrás del Museo Internacional Barroco, la adquisición de la Noria de Angelópolis, el manejo del Impuesto Sobre Nómina para los operadores de los llamados PPS, la concesión del agua potable, el Teleférico, el Tren Turístico, las obras del concreto hidráulico en la capital, los hospitales, clínicas, el modelo de alumbrado para municipios, el modelo de ciudad AUDI, los subsidios al gran capital, como VW, y otros más.

En las dependencias, dejaron olor a rata.

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El fracaso de Aréchiga

Valentín Varillas en su columna La Tempestad, publicada en Status Puebla, señala que una sola encomienda recibió el morenovallista Guillermo Aréchiga, en la coyuntura de la elección extraordinaria del pasado domingo: que su distrito, el 9 federal con cabecera en la capital del estado, se ganara de manera contundente como contrapeso efectivo a la “ola azul” que ya se anticipaba, pegaría en la ciudad de Puebla y municipios conurbados.

Para lograr el objetivo, nadie escatimó en darle al “Profe” los elementos necesarios, deseables, para llevarse un triunfo electoral.

Recursos materiales y humanos fueron provistos de sobra, gracias al apoyo absoluto, valioso e incondicional de Rafael Ochoa Guzmán, uno de los personajes más cercanos a Elba Esther Gordillo que además goza de una enorme influencia y capacidad de acción en el mundo del magisterio nacional.

Fue en su momento secretario del Comité Ejecutivo Nacional del SNTE cuando la maestra era la dueña absoluta del sindicato y ahora es parte de la dirigencia de la asociación Maestros por México, que pugna por el regreso de Elba Esther a la cumbre de la representación sindical, gracias a las magníficas relaciones que tienen con el gobierno de López Obrador.

Apenas en mayo pasado, Ochoa Guzmán puso a disposición de Aréchiga toda su capacidad de movilización y operación para que éste se luciera ante Miguel Barbosa y le organizara un magno evento en donde se calcula asistieron poco más de 8 mil docentes poblanos.

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La historia de la caída de José Juan

Arturo Rueda en su columna Tiempos de Nigromante, publicada Diario Cambio, indica que apenas unos minutos después de que cuatro magistrados electorales resolvieran entregarle la gubernatura de Puebla a Martha Erika Alonso, la noche del 8 de diciembre de 2018 uno de los primeros mensajes que entró al teléfono de Rafael Moreno Valle fue de José Juan Espinosa buscando acomodarse al cambio de la marea.

El ex gobernador, por supuesto, no le contestó. Después, el tal José Juan le escribió a la propia Martha Erika para pedirle perdón, ofrecerle llegar a acuerdos y facilitarle su toma de protesta en el Congreso local. Ella también lo dejó en visto y ‘JJ’ nunca recibió respuesta.

La gobernadora nunca olvidó que el día que recibió su constancia de mayoría en el IEE, José Juan Espinosa, en su papel de representante del IEE, organizó la gritoniza que manchó lo que debía ser un momento feliz. Temblando del coraje llegó al Acrópolis, y ella nos platicó a Juego de Troles su enojo brutal.

El 21 de diciembre, a siete días de su toma de protesta, ‘JJ’ seguía escribiéndole a Martha Erika rogando su perdón, y siempre se quedó en visto. Sin embargo, Moreno Valle y Alonso tomaron capturas de pantalla, las distribuyeron entre quienes sabían eran sus aliados para regocijarse de la humillación, y eventualmente, esos chats llegaron a manos de Luis Miguel Barbosa.

José Juan, que fue radical entre los radicales, carnicero de las reses morenovallistas, perdió la confianza de Barbosa en esos días, quien se convenció de que Espinosa era lo que todos decían que era, un traicionero, según la reputación que se ha forjado entre la clase política.

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