El gobierno de Sudán transicional a cargo de militares disparó en contra de personas que exigían se traspase el poder a la sociedad civil, lo cual dejó 101 muertes, además, suspendió el servicio de internet y continúa haciendo rondines en el país.
Hace días, la sociedad sudanesa –que no ha dejado de salir a las calles-, se reunió en frente de las oficinas militares de la capital Jartum para exigir que fuera la población la que estuviera al frente del gobierno, sin embargo, lo que era una protesta pacífica se convirtió en una masacre, ya que las fuerzas militares comenzaron a disparar provocando la muerte de 101 personas, según el Comité Central de Médicos de Sudán.
Las balas tuvieron por fin dispersar a la población; cuando lo lograron, las fuerzas militares tomaron los cuerpos y les aventaron al Río Nilo.
De acuerdo con la prensa local y personas usuarias de las redes sociales, a algunos de los asesinados, el ejército les ató piedras para que sus cuerpos no flotaran en las aguas del río y por lo tanto no fueran encontradas.
Lastimosamente, la violencia no paró ahí, ya que las fuerzas gubernamentales emprendieron una campaña de suspensión del internet, cierre de vías de acceso, quema de casas, privaciones de la libertad y violencia contra quienes se encontraban en la mezquita para celebrar el Eid (el final del mes del Ramadán).
Hay una intensa presencia de autos militares en la capital y en otras partes del país, por eso la gente se protege del paso de éstos con barricadas que han construido con piedras y llantas.
Filtran testimonios
Algunos logaron filtrar imágenes, videos y testimonios a pesar del bloqueo del internet, lo que se suma a la negación de integrantes de las fuerzas armadas para trabajar, especialmente la aérea.
Debido a la situación y a la poca visibilidad de la masacre, se presentaron manifestaciones de la diáspora sudanesa residente en Washington y el Reino Unido, lo que ha ayudado a atraer mayor visibilidad, aunado a que la comunidad musulmana en su Eid pidió elevar oraciones por Sudán.
En lo que respecta a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Alemania y Reino Unido pidieron al Consejo de Seguridad (SC por sus siglas en inglés) que se hablara al respecto, pero China y Rusia detuvieron los esfuerzos de la institución.
Los asesinatos son consecuencia de una serie de manifestaciones cuya respuesta del gobierno fue altamente criticada por la ONU, que se expresó en contra de la represión, especialmente de la ocurrida el pasado 13 de mayo.
Las protestas tuvieron un punto álgido, cuando el presidente Omar Al-Bashir dejó el poder que ostentó por casi 30 años, luego de eso, el ejército y la sociedad civil acordaron transitar a un gobierno democrático, aunque, con esta agresión, se demuestra que las fuerzas armadas le dieron la espalda a la población civil.