Pese a los recortes a becas y apoyos a estudiantes, por los cuales el presidente ha recibido reclamos, el Conacyt gastó 15 millones 78 mil 457.76 pesos para el comedor de su sede central, donde hasta 270 privilegiados pueden disfrutar de comidas con cargo al erario.
Así lo muestra el expediente 1890904, publicado en el portal CompraNet, donde se detalla que el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), a cargo de María Elena Álvarez-Buylla, eligió, en licitación nacional, a la “pequeña” empresa Pigudi Gastronómico para que le dé el servicio de lujo del 22 abril al 31 diciembre de 2019.
De acuerdo con la convocatoria emitida apenas el 2 de abril pasado, dicha compañía debió cumplir estrictos requerimientos para obtener el contrato, entre los que resaltan contar con un chef, un supervisor y un nutriólogo para la planeación y preparación de los menús, con experiencia y debidamente certificados.
“Es indispensable que los menús estén avalados por un nutriólogo. También se requiere de un Chef encargado de la preparación diaria de los alimentos, así como de un supervisor quien será responsable del manejo higiénico de alimentos“, indica el documento en la página 40 de 109.
Todas las comidas y desayunos servidos en este comedor deben elaborarse con “productos orgánicos y/o campesinos agroecológicos sin tóxicos, de alta calidad y ser adquiridos por productores agrícolas de la región”, dicta la página 41.
Además, por estar destinado a “servidores públicos tienen diferentes gustos y hábitos alimenticios”, se demanda que diariamente se sirva un menú vegetariano para al menos 30 personas, el cual deberá estar avalado por el nutriólogo.
Sirven salmón y 10 ensaladas
De esta manera, las comidas deben incluir guisados con cerdo (pero sólo una vez por mes y orgánico), salmón, huachinango, robalo y pollo, así como arroz silvestre o integral y una alternativa de 10 ensaladas diferentes con contenido proteico vegetal o animal.
Para los desayunos, se demandan cereales enteros orgánicos, mostaza de Dijon natural, extracto de vainilla natural, café de grano orgánico de productores campesinos, tortillas de maíz nixtamalizado criollo y tlacoyos de productores campesinos, sin transgénicos ni glifosato.
Este comedor, exlusivo para los trabajadores de las oficinas ubicadas en Insurgentes Sur 1582, Ciudad de México, sirve desayunos para un máximo de 130 personas, de 7:30 a 9:00 horas, y comidas para un máximo de 270 paladares, de 13:00 a 17 horas, de lunes a viernes.
¿Y la austeridad?
El Conacyt decidió erogar más de 15 millones de pesos para financiar este exlusivo servicio en medio de una situación de recorte presupuestal, avalado desde la Presidencia, que afecta a por lo menos 27 Centros Públicos de Investigación (CPI) de todo el país.
En esos recintos, científicos y becarios reportan que la disminución de recursos ha derivado en limitaciones tales como el cierre de energía eléctrica a partir de las 17:00 horas y la prohibición de conectar teléfonos celulares, computadoras o Ipads en sus instalaciones.
Aunado a lo anterior, en días pasados se difundió un video donde una mujer encara al presidente Andrés Manuel López Obrador para reclamarle la falta de apoyo económico para que niños y jóvenes estudiantes representen a México en una olimpiada internacional de Matemáticas.
Dicha exigencia llegó a oídos del cineasta mexicano Guillermo del Toro, radicado en Estados Unidos, quien ofreció financiar los viajes de los alumnos competidores en la justa matemática.
Sobre este particular, Álvarez-Buylla aseguró, en entrevista con Excélsior, que la institución a su cargo firmó un convenio con la Sociedad Matemática Mexicana, para dotarla de recursos suficientes para financiar dicha actividad, y prometió publicar el documento.
En cuanto al comedor, el Conacyt sostuvo en Twitter que “el comedor (…) es un derecho laboral, no un lujo. Es una conquista del contrato colectivo de trabajo”.