Alberto Jiménez Merino, candidato del PRI a la gubernatura de Puebla, aseguró que en los tres días que restan de la campaña llegará a los 132 municipios visitados, además de que el día de la jornada electoral alcanzará el millón de votos.
En entrevista realizada este lunes, señaló que se siente respaldado por la gente, a quienes –reveló– les aconseja que “agarren lo que les den” para comprar su voto, pero emitan su sufragio por él, además de que busca convencer a los indecisos de que es la mejor opción, pues tiene “salud, experiencia y capacidad” para gobernar.
Aseveró que ha tenido tiempo de trabajar por la entidad por 27 años y seguirá escuchando las opiniones de los representantes de los diferentes sectores en lo que termina la campaña, de manera que sí podría ganarles a sus contrincantes, a pesar de lo que digan las encuestas, ya que “la verdadera” será el 2 de junio.
Por otra parte, rechazó dar a conocer a su gabinete argumentando que, aunque ya tenía los nombres y “no traería a desconocidos”, sería “una falta de respeto quemarlos antes de tiempo”, pues “nadie puede hacer caldo de pollo mientras no tenga el pollo”.
Falta de respeto pedir declinar por Cárdenas
Respecto al llamado de Marko Cortés Mendoza, dirigente nacional del PAN, a los priistas para que voten por su abanderado, Enrique Cárdenas Sánchez, indicó que es una “falta de respeto que minimicen a las personas”, como lo hizo con el académico durante el debate.
Reiteró que “lo peor que un ser humano puede hacer es menospreciar a otro”, ya que todos son capaces en algo, por lo que contrario a lo que opinó Cárdenas Sánchez podrá remontar cualquier adversidad debido a que sabe “trabajar con honestidad y servir a Puebla”.
Subrayó que sería mejor que el albiazul decline por su contrincante de Juntos Haremos Historia (Morena-PVEM-PT), Miguel Barbosa Huerta, porque “se ve que lo quieren mucho”, tras lo cual sentenció que “ojalá que los panistas que heredaron la inseguridad y deuda vengan a votar por un nuevo comienzo”.
En tanto, sin decir nombres, afirmó que hay “funcionarios menores” que presionan a exediles y alcaldes con la revisión de su cuenta pública o con obras de 3 millones de pesos, razón por la que realizarán las denuncias correspondientes.