BUAP impulsa cultivo de hongo para personas de escasos recursos
BUAP impulsa cultivo de hongo para personas de escasos recursos. Foto: Especial
BUAP impulsa cultivo de hongo para personas de escasos recursos
BUAP impulsa cultivo de hongo para personas de escasos recursos. Foto: Especial

El Laboratorio de Biotecnología del Departamento de Investigación de Ciencias Agrícolas (DICA) de la BUAP capacita a familias de bajos recursos para fomentar el cultivo de la seta u oreja de ratón en traspatios y espacios agrícolas para su consumo.

El Pleurotus ostreatus, también llamado hongo de maguey, que no es patógeno y se alimenta de materia orgánica en descomposición, como madera y residuos agrícolas, tiene un excelente perfil nutricional y, según la especie, alcanza diferentes rangos de proteína (10–40 por ciento), explicó en entrevista el titular de este laboratorio, Marco Antonio Marín Castro.

De acuerdo con los análisis realizados por María Elena Ramos Cassellis en la Facultad de Ingeniería Química, este hongo contiene aminoácidos esenciales para el ser humano y lípidos en un porcentaje entre 3 y 9, con respecto a hidratos de carbono, además de fibra, así como niacina, tiamina (vitamina B1), riboflavina (vitamina B2), vitamina C, potasio, fósforo y calcio, entre otros minerales.

El Laboratorio de Biotecnología genera la semilla o inóculo de buena calidad que proporciona a  los productores a un costo 70 por ciento más económico que el comercial, y los capacita para el cuidado y aprovechamiento de este material biológico, que tiene la ventaja de reproducirse en residuos.

Sólo necesitan una cesta o cubeta

El investigador señaló que se requiere de una cesta o una cubeta de plástico, que debe albergar el proceso de cultivo utilizando residuos agrícolas como bagazos, rastrojos, corteza, aserrín, fibras de maguey tequilero o de bambú, pasto, pajas de cereales, tallos de cultivos de haba o huauzontle, entre otros, pero secos y limpios para que el espacio pueda conservar la humedad.

El siguiente paso es agregar el inóculo a los residuos previamente tratados con vapor de agua para pasteurizarlos y, al crearse el hongo, este poco a poco degrade el residuo o sustrato mediante un proceso enzimático, ya que las enzimas (proteínas) van rompiendo la celulosa, lignina, etcétera.

Se necesitan aproximadamente 20 días para su incubación y después se inicia el proceso de formación de hongos que se cortan a los 25 días y a los 45 se realiza un último corte, un tiempo menor en comparación con el ciclo de una hortaliza que tarda hasta 90 días para cosecharse.

Editado por Diana Lizeth Pérez Morales