columnistas-Wilfredo-N-Muñoz-Xicohtencatl-i

Por Wilfrido Muñoz Xicohtencatl

Estas son algunas de las recomendaciones, que tal vez usted ya las conoce pues anualmente se repiten, al menos en la ciudad de México.

– Evitar salir en lo posible de los hogares u oficinas
– Mantener cerradas ventanas y puertas
– Evitar hacer ejercicio al aire libre
– Usar lo menos posible el auto
– Suspender el recreo y las actividades al aire libre en los centros escolares

El actual Gobierno Federal, por lo que se ve, no tiene intención de invertir en lo que realmente hace falta.

No solo los autos contaminan

De acuerdo a los datos ofrecidos por la Megalópolis a la Comisión del Cambio Climático de la Cámara de diputados, el 38 por ciento de la contaminación generada en conjunto entre los estados que la integran es causada por fuentes fijas como las industrias, plantas de energía, industrias químicas o refinerías.

Esto no es nuevo, ya que estamos viviendo un año mas con el aire de Ciudad de México y de Puebla contaminado, y tal parece que el gobierno y ciudadanos recurren a la ancestral práctica de rezar para que llueva.

En marzo del presente año, el director del Centro Mexicano de Derecho Ambiental, Gustavo Alanis, lanzaba una advertencia: “Si a este año le sumamos al fenómeno del Niño, el calor, los incendios, la verificación vehicular ineficiente, por corrupción, estaremos ante una situación ambientalmente adversa. El Gobierno debería pensar ya en un programa de cortísimo plazo, para marzo-mayo, de manera preventiva, ante la alta posibilidad de enfrentar esta situación”. No hubo entonces ninguna medida urgente por parte del Ejecutivo.

Cabe señalar que la capital de México, una ciudad gobernada, por primera vez, por una científica experta en temas ambientales, Claudia Sheinbaum, sobrevive diariamente con índices de contaminación muy por encima de lo recomendado por la Organización Mundial de la Salud.

Pero, reitero, esto no es nuevo y es que hay muchos que decir para reducir la contaminación, pero lo esencial es que ni gobiernos anteriores ni el presente, están poniendo atención en la tecnología en la cual se requiere invertir para, de una vez por todas como en países de primer mundo, hacer frente a éste problema con el uso de energías limpias, alternativas o como quiera que se puedan llamar aquellas en donde no se utilicen combustibles fósiles.

Pero centrémonos en este caso en los la contaminación que producen los automotores.

Cuando se nos informa que En la Ciudad de México existen 70 mil industrias que producen mil 338 toneladas de emisiones al año, equivalentes a 31 por ciento de los contaminantes totales que afectan al aire de la capital y que esa cifra coloca a las fábricas como la segunda fuente de contaminación del aires, sólo nueve puntos por debajo de los 5.5 millones de vehículos que a diario circulan en la ciudad. No lo entendemos, dado que nos somos especialistas en este tema.

Sin embargo cuando sentimos los efectos de estos y otros datos que a diario se dan, entonces surgen algunas preguntas como; ¿por qué no se realizan las inversiones necesarias para que las empresas mexicanas, en sus propios procesos de transformación y en la fabricación de autos sean apoyadas en gran medida para lograr una mejora total? Y me refiero al apoyo con inversiones por parte del gobierno federal.

Tal vez, según mi consideración, no se quiera dejar el ingreso de la ciudadanía pues, a mi juicio, la verificación vehicular se ha convertido en otra de las tantas medidas recaudatorias, dado que todo queda en eso, verificar, sin que se tengan planes de invertir en autos eléctricos.

De entrada por falta de incentivos para inversión en la industria automotriz fabricantes de autos eléctricos, y en general a la industria fabricante de equipos para generar energía limpia. Tener un coche híbrido o eléctrico no es barato, los puedes encontrar desde 320, y hasta los 4 millones de pesos en México. Pero para hacer más amigable esta inversión, veamos primero los incentivos para el uso del auto eléctrico.

Según datos a junio del 2018 el Gobierno Federal ofrecía incentivos para los autos eléctricos en México

En aquellas fechas se dio a conocer, en varios medios de comunicación lo siguiente “con a la participación de gobiernos y empresas para promover nuevas tecnologías a favor del medio ambiente, en el país existen varios incentivos, mecanismos de promoción y tarifas eléctricas preferenciales para el uso de vehículos eléctricos”. Se detalló de la siguiente manera:

No pagan Impuesto sobre Automóviles Nuevos (ISAN)

La Ley de Ingresos de la Federación para el ejercicio fiscal 2015, en su artículo 16 dice:

Se exime del pago del impuesto sobre automóviles nuevos… a automóviles cuya propulsión sea a través de baterías eléctricas recargables, así como de aquéllos eléctricos que además cuenten con motor de combustión interna o con motor accionado por hidrógeno.

Apoyos CFE

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) te apoya para que al cargar tu automóvil no se afecte tu recibo. Para ello, la CFE facilita la instalación de un medidor independiente en tu casa. Con esta política, si tu tarifa es 01, no subirá a Doméstica de Alto Consumo (DAC) y con ello evitarás que tu gasto en electricidad aumente significativamente.

No paga tenencia

En la mayoría de los estados, los vehículos eléctricos no pagan tenencia, por lo que hay un importante beneficio en costos cada año.

Extinción de Verificación Ambiental

Los vehículos eléctricos, dada las tecnologías utilizadas para su propulsión y el no producir emisiones contaminantes, están exentos del programa de verificación vehicular que implica revisión de emisiones semestrales y la restricción del programa “hoy no circula”.

¿No será que a todo esto se debe la falta de apoyo a la industria para fabricar autos eléctricos? pues –insisto- se acaba una gran parte de la recaudación y lejos de impulsar el uso de energía eléctrica, se está pensando en hacer refinerías.

Si bien es cierto que en la Ley se establecen incentivos, también lo es que no hay un avance en la venta de estos autos y la pregunta es:
¿Qué factores inhiben el avance de este producto, en México, cuando crece en el resto del mundo?

Aquí algunas deducciones

1. El mercado completo se ha deprimido

Casi anteayer (de unos tres años para acá, de hecho), la venta de autos nuevos estaba instalada en una nube inusitada. El mercado era jauja, digamos. Mientras en Estados Unidos y Europa se percibían señales de estancamiento, en México era el boom: 2015 fue el año en que se rompieron los récords. Se comercializaron ese año un millón 351 mil 648 vehículos, casi un 20 por ciento más que en 2014. Siguió: en 2016, un 20 por ciento por arriba, hasta que en 2017 la tendencia se frenó: cuatro por ciento por debajo. En el acumulado enero-agosto de este año, se reconfirma una caída de ocho puntos. Y sí, todo indica que la jauja terminó (por suerte, la producción y exportación nacional de autos sigue vigorosa).

2. La oferta de producto no es tan amplia y vive un momento peculiar 

Pongámonos en la cabeza del consumidor de ultranicho que está muy dispuesto a pagar cerca de 750 mil pesos –en pleno territorio de un sedán alemán mediano, de gama alta– por un auto 100 por ciento eléctrico compacto, familiar, con equipamiento satisfactorio pero no más, un diseño nada espectacular y un rango de autonomía promedio por debajo de los 400 km con una carga de batería. ¿Quiere bajar su huella de carbono; la tecnología eléctrica le parece sexy en sí misma? Sí, pero no tiene muchos productos de dónde elegir.

3. En nuestro país el auto eléctrico no tiene incentivos 

Por parte de la Federación, como dije anteriormente, te exenta de ISAN, el impuesto sobre autos nuevos y la CFE ofrece tarifas diferenciadas si sueles cargar sus baterías con la red eléctrica de tu hogar. Los gobiernos estatales te libran del pago de tenencia, de verificación ambiental y te otorgan alguna otra cosilla, como estacionamientos especiales.

Los activistas pro tecnologías verdes y algunos actores en el sector, como Tesla, opinan que es muy poco. En Estados Unidos, el gobierno federal, de entrada, te otorga un crédito fiscal de dos mil 500 a siete mil 500 dólares que directamente aligera el precio de venta. Eso sí que es un buen incentivo.

4. La insuficiente estructura de cargadores públicos

Hizo revuelo la declaración a inicios del 2018 de Jaime Hernández, director general de la Comisión Federal de Electricidad, en el sentido de que en México “ya existían 900 centros de carga para autos eléctricos”. Lo hacía con tono triunfalista, pero para la mayoría de la audiencia la cifra revelaba, más bien, el subdesarrollo.

Datos relevantes para la fabricación de autos eléctricos en México

– La industria para fabricación de autos eléctricos es multidisciplinaria, esto significa que los elementos que deben manejarse para tal fabricación se elaboran en empresas separadas, hasta ahora el único fabricante en el mundo que reúne todo el conjunto de fabricación de elementos es Tesla Motors, compañía norteamericana con sede en California.

– En México hay un panorama desolador, para la industria, debido a la falta de voluntad política que se tiene para la explotación de algunos elementos como el Litio, fundamental para la fabricación de baterías, dado que según se sabe, en el estado de Sonora y otros de la región existen yacimientos de Litio, pero como dije no hay apoyo gubernamental para su explotación y la incipiente industria mexicana del ramo automotriz en la modalidad de eléctrico, tiene que seguir comprando, principalmente a china los insumos para la fabricación de autos eléctricos.

En México hay talleres medianos y pequeños que están haciendo conversión de motores de gasolina a eléctricos, la pregunta es ¿Por qué no se apoya esa industria? ahora con el actual gobierno federal, está por apoyar a muchos, con poca productividad, excluyendo a los ancianos, debería fijar su atención en aquellos emprendedores que si están siendo muy productivos.

México al margen del desarrollo de otros países

No podemos comparar a México, con otros países que tienen grandes avances económico Tecnológicos, pero si es bueno tener la información sobre aquellos que ya están fabricando y comercializando gran cantidad de autos eléctricos. Mientras que el gobierno México quiere construir Refinerías, según se sabe en Europa para el año 2025 ya dejaran de utilizarse autos con motores a gasolina.

Pues bien, lo que seguramente le resultará sorprendente es lo barato que resulta comprar un vehículo eléctrico en uno de los países escandinavos.

Al menos, en comparación con lo que cuestan los autos propulsados por combustibles fósiles, cuya importación está gravada con altos impuestos.

Con una cuota de mercado superior al 33 por ciento, Noruega es el país con mayor número de autos eléctricos per cápita del mundo.

Y es que, a pesar de ser un país productor de petróleo (40 por ciento del PIB), el gobierno noruego es consciente de que las energías limpias son el futuro.

El anterior es solo un ejemplo pero no perdamos de vista nuestra realidad y ojala los empresarios y gobierno de México ya pongan manos a la obra, que se dejen de revanchismos, para evitar mas polarización social y que se pongan a trabajar para dejar de ver esas soluciones añejas que son solo paliativos para el bienestar de la sociedad, en lugar de ver una oportunidad de crecimiento económico con base en la industria limpia.

¿No cree usted?

*Las opiniones expresadas en esta sección son de exclusiva responsabilidad de quienes las emiten y no representan necesariamente la línea editorial del portal de noticias Ángulo 7.

incendios forestales