La Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo (IAAF, en inglés) determinó suspender cuatro años, a partir de noviembre de 2018, a la marchista mexicana Guadalupe González Romero, medallista olímpica en Río 2016, por fallar una prueba de dopaje.
Así lo dio a conocer la institución, a través de un comunicado, donde se refiere que, en un examen aplicado el 17 de octubre de 2018, la atleta dio positivo a trembolona, que es un anabólico usado por deportistas y fisicoculturistas para aumentar la masa muscular.
En su reglamento, la IAAF prohíbe a los atletas tomar cualquier tipo anabólico y que aparezca en sus muestras de sangre y orina.
De acuerdo con el documento, González Romero declaró haber consumido bistec, filete de res y carne al pastor en los tres días previos a la prueba sorpresa, debido a que se le diagnosticó anemia ferropénica y el médico le recomendó aumentar su consumo de carne, lo cual habría causado que ingiriera dicha sustancia.
Ante estos datos, la federación concluyó que, con o sin intención, la atleta incumplió el reglamento y le aplicó la suspensión mencionada, que le impediría participar en los Juego Olímpicos de Tokio, en 2020.
No obstante, especificó que la decisión es apelable, por lo que la marchista, ganadora de plata tanto en Río como en el Mundial de Atletismo, en 2017, podrá presentar pruebas en su defensa.