Al reunirse con Miguel Barbosa Huerta, candidato de Morena a la gubernatura, empresarios de la construcción acusaron que en los gobiernos panistas les pedían moches para obtener obra pública o los excluían, por lo que el morenista prometió acabar con esta prácticas.
En el encuentro realizado este viernes, con motivo de la celebración del Día de la Santa Cruz, el abanderado de la coalición Juntos Haremos Historia reconoció la importancia de dicho sector en la generación de empleos y el desarrollo económico del estado.
Por ello, el aspirante a Casa Puebla aseveró que en su administración se trabajará con honestidad en el manejo de los recursos públicos, así como limpieza y legalidad para acceder a los contratos de obra, al tiempo de sentenciar que no habrá más “círculos de privilegios”.
Puntualizó que el presupuesto para proyectos de infraestructura se privilegiará a empresas poblanas para que la derrama económica se quede en la entidad, pero las constructoras deberán presentar los mejores proyectos, los de mayor calidad y los de más bajo precio.
“Que quede claro, el gobierno del estado no les va pedir ningún porcentaje, ni moche para bajar la calidad de las obras. No habrá empresarios predestinados, porque todos tendrán las posibilidades de competir en las licitaciones abiertas y transparentes en las que ganen las mejores propuestas”, puntualizó.
El abanderado de Morena, PT y PVEM sostuvo que encontrará los mecanismos para que el presupuesto de Puebla se quede en el estado, pues se trabajará con limpieza y pidió a los empresarios apoyarlo para evitar prácticas que se han dado en todos los gremios y que deben ser erradicadas.
Barbosa Huerta reiteró que en su gobierno se erradicará la corrupción y se buscará hacer un uso eficiente de los recursos públicos para que alcance el dinero y se puedan emprender programas sociales que generen beneficios para los poblanos.
RMV prefirió empresas foráneas que locales
Lo anterior, luego de que Bertha Richards Álvarez, en nombre de agremiados a la Asociación de Empresas de la Construcción en Puebla (AECO), acusó que en los 8 años del morenovallismo, en alusión a las administraciones de Rafael Moreno Valle y Antonio Gali Fayad, fueron excluidos de los proyectos que se ejecutaban y a quienes lograban quedarse con alguno les pedían moches.
Aseveró que en dicho periodo pocos de los empresarios sobrevivieron, ya que al ser olvidados no tenían recursos para continuar operando, lo cual fue generado al autoritarismo y represión encabezado “desde el más alto mando”.
Hizo énfasis en que si no denunciaron fue porque quienes se habían manifestado en contra de estas prácticas fueron perseguidos “con todo el peso del estado”, por lo que “estamos a un mes de que las cosas cambien para todos”.
Sostuvo que cualquier constructora poblana tiene el mismo nivel y la infraestructura para competir con empresas de otros estados, al sostener que “nunca” los tomaron en cuenta para hacer alguna, y lo que buscan es que se genere desarrollo económico para la entidad.
“Estamos seguros de que el gobierno que encabece Morena le dará a las obras de infraestructura un sentido social útil y de beneficio, dejando atrás los proyectos faraónicos e inútiles, las cuales son un monumento a la corrupción”, concluyó.
